Fue la frase más repetida: "Espero encontrar trabajo". Le seguía un gesto: una sonrisa de ilusión mientras sostenían una carpeta llena de currículos. Y como que la esperanza -dicen- es lo último que se pierde, ayer acudieron a la segunda edición de la feria Palmajob unas 2.600 personas a la caza y captura de una presa tan preciada que parece estar en riesgo de extinción: un empleo.

En esta ocasión la agencia de desarrollo local Palmaactiva, organizadora de la feria, consiguió evitar las colas de hasta una hora del año pasado. En vez de utilizar el Quarter d'Intendència de la calle del Socors, el grueso de Palmajob se trasladó hasta el centro cultural La Misericòrdia. Allí montaron sus paradas 32 empresas diferentes que recogieron en mano los currículos de los demandantes de empleo.

Cada una de las compañías tenía claro qué tipo de trabajadores buscaba. Los perfiles más solicitados estaban relacionados con el sector servicios, en especial con el mundo turístico. La mayoría de ofertas laborales fueron para comerciales, administrativos, dependientes, recepcionistas, camareros, cocineros y pinches.

"Necesitamos afianzar la empresa y queremos mejorar el contacto con el punto de venta, por lo que estamos buscando comerciales", explicaba Carme Verdaguer, de Pep Lemon. "Pero nos hemos dado cuenta que la gente cree que cualquiera sirve para comercial y no hemos encontrado a mucha gente con el perfil que buscábamos", se lamentaba la cofundadora de esta marca de refrescos.

Entre el optimismo y la decepción

El patio de la Misericòrdia, repleto de gente, estaba plagado de colas en casi todos los stands. Se recogieron más de 9.800 currículos, según el cálculo de los organizadores. Las sensaciones entre los asistentes fueron de lo más variadas. "El año pasado no vine porque tenía trabajo. Las colas para dejar los currículos avanzan rápido. Lo malo es que me he topado con empresas que te rechazan si no tienes una discapacidad", relató Carlos Cobo.

Francisco José Castillo también asistió por primera vez a Palmajob y protestó porque muchas compañías ofrecían contratos de autónomo y no contratos laborales. "He dejado mi currículo a once empresas. Soy selectivo, no quiero presentarme a una oferta de friegaplatos, pero tampoco a una de director de hotel", explicaba este palmesano que está en paro desde diciembre.

En su opinión, la feria Palmajob fue "un paripé, un lavado de imagen de las empresas". Todo lo contrario opinó Sonia Muñoz, a quien le pareció una iniciativa "muy interesante". "Tienes la oportunidad directa para dejarte ver. Yo creo que a la mayoría de parados les motiva una feria así", razonó esta técnica de comercio que engrosó las listas del SOIB hace cuatro meses por culpa de un ERE.

Las colas más largas se vieron en las empresas turísticas. El hotel Jumeirah de Sóller acudió a Palmajob por segundo año en busca de trabajadores de hostelería con idiomas. Se quedaron unos 300 currículos y no tuvieron el récord. Hubo otras empresas que suscitaron más interés. Por ejemplo, la web de reformas Habitissimo quería informáticos y personal de atención al público y se quedó con el contacto de 372 personas. También se vieron largas colas en el stand de Aldi, que quiere abrir una tienda en Marratxí.

El sector de la construcción, tan vapuleado por la crisis, también tuvo su hueco. Contratas Bartolomé Ramón demandó albañiles. Y, sorprendentemente, su pila de currículos era de las más pequeñas. "Estamos buscando gente que ya tenga algo de experiencia en una obra para no tener que formarles desde cero", comentó Marga Alba, responsable de recursos humanos. Las empresas que causaron menos interés fueron las aseguradoras.

El contacto con las empresas se complementó con las actividades en las otras sedes de Palmaactiva: el Quarter d'Intendència y el centro de formación. Allí hubo 144 sesiones personalizadas de coaching (orientación laboral y motivación) y otras 150 personas participaron en talleres de formación.

La segunda feria Palmajob finalizará hoy. Otras 38 empresas acudirán entre las 9 y las 14 horas a la Misericòrdia para recoger currículos. El broche final será la charla del experto en motivación Mikah de Waart que tendrá lugar en el teatro Xesc Forteza.