El área de Infraestructuras del ayuntamiento de Palma ha llegado a la conclusión de la necesidad de sustituir el actual pavimento de pizarra de la plaza de España y de la Porta Pintada debido al elevado grado de deterioro de las piezas colocadas hace menos de una década. No obstante, las limitaciones presupuestarias retrasan el cambio de pavimento, pese a que se colocarían losas de granito procedente de la fachada marítima, un material que se trae de China.

Según explicó el coordinador general de Infraestructuras, Alejandro Asensi, a lo largo del presente año el Ayuntamiento recibirá de las empresas que ejecutan la reurbanización del frente marítimo del Polígon de Llevant piezas de granito correspondientes al 5 por ciento de la superficie adoquinada. Este material, que en condiciones normales se utiliza para futuras reposiciones, serviría para adoquinar de nuevo aproximadamente el 60 por ciento de la superficie de la plaza de España y la Porta Pintada. El resto del material para alcanzar la totalidad de la superficie debería ser adquirido por el Ayuntamiento.

Teniendo en cuenta que la plaza de España y la Porta Pintada tienen una superficie de 12.125 metros cuadrados se necesitaría adquirir aproximadamente piezas de granito para cubrir una superficie de 5.200 metros cuadrados, lo que supondría un coste, a razón de 90 euros por metro cuadrado, de 560.000 euros.

A esta cantidad hay que añadir el 19 por ciento del Beneficio Industrial más el 18 por ciento del IVA, por lo que la sustitución de sólo el 40 por ciento de la superficie de la plaza tendría un coste de entre 800.000 y 900.000 euros, cifra considerada "prohibitiva" en la actual situación económica y de falta de recursos. Por ello, la decisión definitiva no está tomada e incluso se están estudiando por parte de los técnicos la posibilidad de sustituir el pavimento por otro tipo de material más económico.

La remodelación de la plaza de España y la Porta Pintada fue proyectada por la arquitecta catalana Carme Pinós en 2001 en sustitución del primitivo proyecto que debía unir este espacio con el Parc de les Estacions. La ejecución de las obras tuvo un coste de 3,3 millones de euros. Pocos años después, en 2005, el Ayuntamiento invirtió otros 484.234 euros en la remodelación de la plaza consistente en la construcción de una fuente alrededor de la estatua ecuestre del Rei en Jaume, la colocación de más puntos de luz y la reposición de varios bancos diseñados por el arquitecto Bennassar alrededor del punto kilométrico cero.