Calvo acepta la dimisión del gerente de la funeraria por falta de eficacia y transparencia

La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, aceptó ayer la dimisión "por motivos personales" de Joaquín Vaquero como gerente de la Empresa Funeraria Municipal (EFM), aunque puntualizó que esta aceptación se ha debido a que la gestión del dimisionario "no respondía a los criterios de eficacia y transparencia".

En relación a los motivos de la dimisión, si bien la máxima autoridad municipal no quiso señalar uno en concreto, aceptó que todas las cuestiones polémicas que han afectado a la funeraria en los últimos meses incluyendo su delicada situación económica y la quema de restos procedentes de la limpieza de sepulturas al aire libre han tenido que ver.

De hecho, ayer, después de semanas de haberse redactado, se hizo público el contenido íntegro de las diligencias informativas abiertas como consecuencia de la quema al aire libre de restos procedentes de la limpieza de sepulturas, denunciada ante la fiscalía de Medio Ambiente por el Partido Popular.

En las conclusiones del citado informe, la instructora y el secretario, afirman sin ningún género de dudas que "el hecho de que aparecieran huesos en la hoguera, a juicio de los declarantes, no es casual, sino que se deba a una actuación organizada y premeditada". La investigación interna no desvela quién o quienes pusieron intencionadamente los huesos humanos, y tampoco acredita "sin ningún género de dudas" quién ordenó esta práctica irregular consistente en la incineración al aire libre de restos no orgánicos procedentes de las mondas de las sepulturas. En el informe se señala que la orden pudo procede tanto del gerente como del jefe del departamento de cementerios.

En cualquier caso, el informe acredita que se quemaron restos al aire libre entre el 29 de enero y el 14 de abril y que los distintos procedimientos utilizados por la funeraria desde 1993 para deshacerse de los restos procedentes de la limpieza de sepulturas "no están previstos en la reglamentación estatal ni autonómica". Asimismo, el informe señala que, pese a tratarse de una práctica no contemplada en la reglamentación vigente, la quema al aire libre "es un procedimiento utilizado en todos los cementerios de Mallorca".

Asimismo, señala que ha sido un procedimiento "alternativo, necesario y provisional, una vez agotados los anteriormente utilizados (enterramiento, depósito en sótanos, osarios, incineración en hornos de cadáveres....) y debido a la necesidad de tener que atender las peticiones para atender males mayores (no poder enterrar)", hasta la obtención de al autorización de la conselleria para su traslado a Son  Reus.

Por su parte, ayer se conoció también una resolución de la Comisión Nacional de la Competencia dictada el pasado día 13 de junio, por la que su dirección de investigación "reconoce las infracciones cometidas por la Empresa Funeraria Municipal y el ayuntamiento de Palma".

La denuncia contra la funeraria palmesana por prácticas contra la libre competencia data de 2005 y fue interpuesta por la Asociación de Agencias Funerarias de Balears adscrita a la patronal Pimem. En ella denunciaban la prohibición de entrada en el cementerio de Palma a las empresas que no tuvieran autorización del Consistorio y del transporte de cadáveres desde la ciudad a otros municipios por empresas ajenas a la municipal.