Post final de la Copa del Rey

Ramiro Leal Feito, número de socio 539

Después de acudir a Sevilla a presenciar la final de la Copa de Rey entre el Athletic de Bilbao y nuestro querido Real Mallorca:

Quería expresar desde aquí, mi más enérgica repulsa y rabia por lo vivido en la grada de animación del Real Mallorca, en principio para socios y aficionados del Mallorca.

Expresar mi vergüenza e indignación por ver en una zona, en principio para socios y seguidores del Mallorca, a cantidad importante de seguidores del Athletic con sus camisetas y símbolos del Athletic, animando a su equipo desde una zona, en principio para socios y seguidores del Mallorca.

Por cierto que yo no vi a ningún mallorquinista en la zona de animación del Athletic.

Tuve la ocasión de hablar con mis vecinos, que por cierto eran del Athetic, para quejarme de lo que estaba viviendo y decirles que ellos no deberían estar en esta zona. Y su respuesta fue muy sencilla, son sus socios (los mallorquinistas) los que nos han vendido estas entradas, y por cierto a un gran precio, por lo tanto hablen con ellos.

Iba acompañado por mi nieto de 12 años, y no supe explicarle la situación que estamos viviendo tan surrealista. Solo una palabras para aquellas personas que vendieron sus entradas a simpatizantes del Athletic. Ustedes no merecen ser socios ni simpatizantes del Mallorca.

Ser socio y simpatizante del Mallorca es priorizar las simpatías y la admiración por un equipo y unos colores, antes que querer ganar unos euros aprovechándose de esta situación.

Señores existía la opción de dejarla en taquilla, para que la aprovechasen aficionados mallorquinistas.

Los mallorquinistas íbamos a vivir un evento único y inolvidable. Íbamos a animar a nuestro equipo, el Real Mallorca.

Ver las caras de todos los seguidores del Mallorca después de la tanda de penaltis, y ver gente mayor llorando, niños llorando... mientras a escasos centímetros de ti hay gente celebrando la victoria de su equipo ¿cómo se explica?

A nuestro equipo solo decirles lo orgullosos que estamos de ellos, por intentarlo hasta el final darnos una gran alegría.

A estas personas que vendieron al Real Mallorca por unos euros solo les digo: vergonya cavallers, vergonya!