Al batle de ses Salines
Ponç Vaquer i Jaume
A los árboles se les caen las hojas con el cambio de estación de verano a otoño. Igualmente se puede decir de los políticos, que se les caen las promesas y alguna cosa más, como la dignidad, cuando han pasado los períodos electorales. O si no que se le pregunten al Alcalde de Ses Salines, quien, el verano pasado prometió realizar cambios en el campito de fútbol del Parque de’s Pou de’n Verdera.
Cambios aprobados y comprometidos, por el Alcalde en Junta de Distrito de Sa Colónia de Sant Jordi, y posteriormente aprobados en sesión plenaria en el Ayuntamiento de Ses Salines.
Dichas promesas una vez pasadas las elecciones locales, autonómicas y generales, se han caído y podrido en el suelo, tal cual las hojas perennes de los árboles.
También se le ha caído la dignidad, ya que ni siquiera se digna a contestar los requerimientos que se le hacen desde el vecindario.
Dichos acuerdos que fueron aprobados en Junta de Distrito y posteriormente en sesión plenaria de la Corporación de Ses Salines, acuerdos no mandatados ni realizados por el edil salinero, tienen un nombre en el Código Penal prevaricación, que se denomina a todo aquello que los ediles y regidores no ejecutan a pesar de tener un mandato plenario de su realización.
Ya lo dice claro el refranero mallorquín. «Si vols conèixer un home dali mando».
Salut, bon vent i barca nova Sr. Batle.
- La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera devuelven al propietario un inmueble okupado por el clan del Pablo para cultivar marihuana
- ¿Por qué asesinaron los padres de Asunta a su hija? Las teorías alternativas tras 10 años del crimen
- El Ayuntamiento de Palma sugiere a las personas que viven en caravanas que vayan a los servicios sociales
- Álvaro Bilbao, neuropsicólogo: «Hemos olvidado que a los niños hay que educarlos y que necesitan normas»
- La aurora boreal puede repetirse este sábado en Mallorca
- Deniegan el derribo de un chalet ilegal
- La prostitución de lujo también desea salir del infierno
- Sóller colapsado | Los vecinos se sinceran: "Nos hemos convertido en un parque temático, la gente de aquí se siente extraño”