Opinión | TRIBUNA

Edita Navarro - Nina Parrón

¿Quién llorará por los árboles de Ciutat?

Hace unas semanas Cort comunicó a la asociación de Vecinos del barrio de La Calatrava que se procedería a la tala de cinco de las singulares Bellasombras (Phytolaccas) de la plaza Llorenç Villalonga de Palma dado que por su mal estado y según el informe técnico que se adjuntó a la comunicación de tala, había riesgo «moderado» de caída con el consiguiente riesgo para las personas y vehículos que circulan por la plaza.

La noticia fue sorprendente para las y los vecinos del barrio y se expandió a través de las redes rápidamente. A pesar de lo apresurado de la convocatoria, la mañana en la que los árboles iban a ser talados y a llamada de AV de la Calatrava junto a otras entidades ciudadanas: AV Can Amunt, Palma XXI, ABA i el GOB, allí nos encontramos con las primeras luces de la mañana alrededor de cien personas para proteger las Bellasombras y evitar la repentina tala. ¿Por qué? Pedíamos algo tan básico en una sociedad democrática como el derecho a la información, pedíamos al Ayuntamiento que informara detalladamente del por qué los árboles debían ser talados.

Tuvimos una reunión con la Regiduría encargada de este ámbito a la que pedimos «la Ficha» de cada ejemplar que querían talar, para poder estudiar, junto a personas expertas en el tema, qué nivel de enfermedad tenían y si la tala era la única posibilidad efectiva.

Nos asombró su asombro ante la respuesta ciudadana. Hay dos razones, primero que la falta de comunicación e información por parte de la administración pública produce suspicacias y segundo, y no menos importante, porque en los últimos tiempos ha habido una concienciación clara sobre los daños al medioambiente que está produciendo un preocupante cambio climático. Sí, así es, los y las vecinas de Ciutat sabemos cada vez con mayor conciencia que necesitamos sombra para pasar veranos cada vez más tórridos, que necesitamos el oxígeno que proporcionan los árboles, que necesitamos que alberguen pájaros e insectos que garanticen la difusión de semillas, que necesitamos de su belleza y energía serena. Y el centro histórico de nuestra ciudad sufre un déficit de estos seres, no estamos como para deshacernos de ellos y esto es justo lo que está pasando. Queremos que se curen y acompañarlos en su existencia, especialmente los ejemplares que, como nuestras Bellasombras, tardan años en crecer, se lo debemos a nuestros descendientes.

Las y los vecinos queremos ser parte de las decisiones que afectan a nuestros árboles y por eso pedimos que se convoque con prontitud la nueva Palma verda, organismo municipal de participación ciudadana sobre los temas que afectan a Parques y Jardines y que se mejore su funcionamiento.

Ante la visión tan economicista y de interés mercantil que cada vez de forma más invasiva se expande sobre nuestra ciudad, así como sobre tantas otras, somos cada vez más las y los que la miramos en términos comunitarios, pensando en la ciudad como un espacio de bien común.

En 1946, en los peores años de la posguerra europea, el alemán Bertolt Brecht, uno de los poetas más combativos contra el régimen nazi que llevó a su país y al resto del mundo al borde del abismo, con una población desesperadamente empobrecida, escribió este poema titulado El chopo de la Karlplatz: «En Berlin, entre ruinas/ hay un chopo en la Karlplatz. / Su bello verdor la gente/ se detiene a contemplar. / Pasó frío la gente y no había leña/ en el invierno del 46. / Cayeron muchos árboles cortados/ en el invierno del 46. / El chopo de la Karlplatz,/ verdecido, sigue en pie./ A los vecinos de la plaza/ lo tenéis que agradecer».

Por esto y no por otra razón, lloramos a las Bellasombras de la plaza Llorenç Villalonga y defendemos los árboles de Ciutat.