Opinión | Al Azar

Irán copia la guerra a Netflix

Drones iraníes sobre Israel

Drones iraníes sobre Israel / EP

Alas diez y media de la noche del pasado sábado se anunció la salida de centenares de drones explosivos desde Irán, camino de Israel. Acostumbrada a los bombardeos instantáneos, la audiencia recibió con perplejidad la noticia de que los aviones de ida sin vuelta tardarían horas en alcanzar su objetivo. Se dilataba la expectación, se favorecía el debate televisivo previo al estallido, se acunaba la angustia del espectador en el sofá. Durante la tensa espera y por primera vez desde octubre, los corresponsales internacionales en Jerusalén no hablaban con neutralidad de las hostilidades en Gaza, sino atribulados por la incertidumbre de que el cielo podía desplomarse sobre sus cabezas.

La creatividad no es la marca de fábrica de los ayatolás, por lo que el suspense creado además en fin de semana debía contar con una inspiración ajena. En efecto, Irán le ha copiado su guerra aplazada a Netflix, y más concretamente a El problema de los 3 cuerpos. La serie de moda aborda también una invasión alienígena a siglos de distancia, cuando Orson Welles resolvió la conquista de la Tierra en una hora de emisión radiofónica. Los drones iraníes en diferido y los invasores aplazados del espacio exterior convergen en una frase de la teleserie. «Es mucho más divertido imaginar una futura Guerra de los Mundos que afrontar nuestros problemas actuales».

Irán solo aspira a ser un problema, a llamar la atención de Estados Unidos, que sigue siendo la medida de todas las cosas militares. Difundió la teleserie de matriz china que inspiró a Irán, y un oficial de enlace del Pentágono se incrustó hombro con hombro junto a los israelíes en la sala de control desde la que se neutralizaban los drones. Quedan así inauguradas las guerras en que los seres humanos ya no tendrán que matar a nadie, y solo aportarán los cadáveres. Se anunciará la hora exacta a la que estallará la bomba en un domicilio concreto, para que sus residentes puedan tomar las decisiones pertinentes. Pinpoint, el maravilloso término inglés que determina a la vez el lugar y el momento de tu destrucción. Estás avisado.

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