Opinión | AL AZAR

Óscar Puente acierta al mentir

Óscar Puente

Óscar Puente

Por utilizar el verbo de moda en la polarización, Óscar Puente tritura en el Senado a la popular María Salom. El ministro de Transportes culpa al PP balear de haber permitido la prescripción de las mascarillas fraudulentas de Koldo. En un alarde enciclopédico, el exalcalde de Valladolid enlaza con la prescripción visada por el Supremo del soborno pagado y reconocido judicialmente en el Túnel de Sóller, en los años noventa. Excelente analogía pero, embravecido, el hombre fuerte de Pedro Sánchez acusa a su interlocutora de que la caducidad le libró de una condena por cohecho. Demoledor aunque falso, una verdad aproximada que supone una mentira en el terreno penal.

Salom no se sentó en el banquillo del Túnel de Sóller, a diferencia del presidente Gabriel Cañellas y de dos de sus consellers, que efectivamente se salvaron por la prescripción de la condena por un cohecho sellado en dos tribunales. La senadora nunca fue imputada en la causa, aunque sí percibió cantidades procedentes de los sobornos del Túnel de Sóller, en circunstancias cuando menos anómalas. Digamos que a nadie le hubiera sorprendido que se le exigieran responsabilidades adicionales, pero no ocurrió. En honor a la verdad solemne, María Salom es inocente de toda inocencia judicial en el primer gran escándalo de corrupción del PP estatal.

Ahora viene lo asombroso. Decenas de persona se me acercan para elogiar la feroz intervención del rottweiler de Sánchez. Ha nacido una estrella. Adoran su contundencia, se sienten dispuestos a empuñar su bandera. Les recuerdo uno a uno que la brillante faena se basa en una imputación falsa. No les afecta lo más mínimo, siguen jaleando antes que alabando al ministro. No escuchan, el signo de los abducidos. Puente ha llegado al punto en que su convicción le permite mentir sin penitencia. Y todavía más curioso resulta que Salom no invertirá demasiada energía en desmentir a su antagonista. La senadora se libró del Túnel de Sóller, pero no es un capítulo brillante de su biografía sino todo lo contrario. Prefiere olvidar.

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