OPINIÓN

La estatua del futbolista desconocido

La escultura de Joan Bennàssar, rodeada de coches.

La escultura de Joan Bennàssar, rodeada de coches. / M. G.

Monti Galmés

Monti Galmés

¡Molts d’anys, mallorquinistas!

El día 5 de marzo de 2024 «nuestro» RCD Mallorca cumple 108 años de existencia. Este largo periodo de tiempo ha dado motivos para días tristes, épocas de dudas y dificultades económicas que casi causan la desaparición del Club. También para inolvidables alegrías como las vividas en Logroño o en Vallecas y celebraciones como la consecución de la Copa del Rey y los ascensos de categoría. El penúltimo día de gloria fue el 23 de junio del 2019 con un golazo, el tercero de la tarde, del dimoni Abdón que posibilitó un nuevo ascenso a Primera. El último fue la clasificación para la final de la Copa del Rey del próximo día 6 de abril. Estos recientes éxitos deportivos han provocado la euforia general y son la semilla del constante crecimiento de la familia mallorquinista. Enhorabuena a todos.

El nuevo Son Moix.

El sueño hecho realidad de transformar el estadio olímpico en un campo de fútbol clásico, con los espectadores cerca del terreno de juego, merece mención especial. Es en cualquier caso un gran mérito de gestión realizada por el presidente Andy Kohlberg, el CEO de negocio Alfonso Díaz, en cuyo equipo está la mallorquina Lidia Navarro como responsable de los servicios jurídicos del club. Es sabido que la gran reforma del estadio Son Moix made by Izaskun Larzabal, no hubiera sido posible sin aprovechar las posibilidades que el fondo CVC permitía para este tipo de inversiones, la comprensión y buena voluntad, dentro de la legalidad, del Ayuntamiento de Palma, representado por José Hilaal comienzo y al final por el actual Batle de Ciutat, Jaume Martínez, gran aficionado y socio del Real Mallorca, así como del acuerdo conseguido con los accionistas del recordado Luis Sitjar.

El proyecto realizado enterró para siempre viejas ilusiones de un Son Moix con dos Grande(s) torres de pisos, o de girar el campo norte-sur acercando los fondos a los laterales, Utz dixit. Hubo tiempos en que se necesitaban nubes de humo para tapar otros defectos.

Año 2015. Comisión del centenario.

Tempus fugit. Es oportuno recordar que, en el año 2015, el que fuera propietario/presidente del Real Mallorca Utz Claassen, a propuesta de la gente del club, decidió formar una comisión del centenario para programar la celebración del evento y se presupuestó con la cantidad de 100 mil euros. Es bien sabido que la salud financiera de la SAD era cercana a la quiebra, por ello hay que valorar positivamente dicha resolución.

Como presidente de la Comisión del Centenario se nombró a Toni Tugores, abogado, conocido por su dedicación altruista como delegado de campo y como comisionados participaron en la organización de los eventos Guillem Reynes, ex presidente, Ramon Socias, ex delegado del Gobierno, Rafael Bosch, ex vicepresidente del Govern, el consejero Marcos Vera Stein y yo mismo. Con trabajo e ilusión se consiguió poder realizar la película «Cent anys després», con temática sobre la historia del Real Mallorca y dirigida por el premiado Marcos Cabotá. La première tuvo lugar el 23 de febrero de 2017 en OCIMAX, con la sala a rebosar de corazones rojos.

Con los mencionados límites presupuestarios se logró además que el pintor Ramón Canet realizara el Cartel del Centenario (presentado en Caixa Forum Palma el 22 de febrero de 2016) y la escuela de diseño creó el logo 100 anys que se usó para banderas y para la camiseta del centenario. Recordemos también el sentimental himno «Junts tu i jo» que compuso La Musicalité y que sonó en Son Moix antes de los partidos del año del centenario. El 28 de febrero de 2016 tuvo lugar una inolvidable Gala Conmemorativa en el teatro Principal con asistencia de autoridades y mallorquinismo en general.

Es obligatorio recordar la primera edición del libro Un siglo con el RCD Mallorca, que es un extraordinario trabajo documental de Miguel Vidal Perello (EPD) y Jordi Vidal Reynés, patrocinado por la comisión del centenario. Algunos pensamos y discutimos a su vez, la posibilidad de crear un museo sobre la historia del Real Mallorca, sin embargo, no era el momento por falta de liquidez, aunque nunca es tarde para llevarlo a cabo.

El Papa Francisco se dignó recibir en audiencia a la comisión del centenario. A Roma nos desplazamos los miembros de dicha comisión junto con Julià Mir como representante de los veteranos, Pau Llabres (EPD) como presidente de los Alfonsinos, junto con el CEO Maheta Molango y el que suscribe siendo presidente del RCDM. Esta visita merecería un capítulo aparte, por su contenido, con toques novelescos con intervenciones de obispos y embajadores.

La compraventa.

El 4 de enero de 2016 se firmó la compraventa de la SAD Real Mallorca, entre Utz Claassen y el grupo americano con Robert Sarvercomo cabeza visible y principal accionista. El tiempo ha demostrado que la transacción fue un acierto, mejor dicho, una necesidad vital, pues sin los aumentos de capital posteriores no se habría podido sanear la sociedad. Claassen no contaba con la capacidad financiera para llevarlos a cabo. Los propietarios actuales han demostrado seriedad, paciencia, saber hacer, gestionar bien y mucha humildad. Thank you very much!

La estatua al jugador de futbol desconocido.

Uno de los primeros actos públicos a los que asistieron Sarver, Kohlberg y Nash acompañados por los miembros de la comisión, tuvo lugar el dia 5 de marzo de 2016, antes del partido del centenario contra el Real Oviedo (1 a 0). El acto consistió en la inauguración de la estatua a un futbolista desconocido con el numero 100 a su espalda. Es cuestión de gustos, como todo aquello que realiza un pintor/escultor de prestigio como lo es Joan Bennàssar. Lo cierto es que la moldeada masa de cemento y hierro representa a un jugador de fútbol, bonachón, con una figura de formas redondeadas, siendo la antítesis de un deportista. Los colores rojo y negro ya han perdido la textura.

Y allí sigue, ocho años después, el hijo del centenario, olvidado entre los coches, sin que nadie se haga fotos con él, pues entre la masa social no hay identificación con el personaje boteresco. Es como si hubiera nacido de penalti ilegal concedido por el VAR, al que sus padres evitan que participe en las funciones sociales de la familia y lo prefieren apartado cual gorrilla aparcacoches.

Habría que repensar su función, su emplazamiento y darle vida. Contar una historia sobre su nacimiento. La estatua casi ignorada, sembrada sobre el asfalto, sin protección alguna, está fuera de límites, ‘out of bounds’. Por ello sería deseable, si se deja donde está, rodearla con un círculo protector ajardinado con acera y luces o bien trasladarla al interior de Son Moix, o quizás mejor a la entrada de Son Bibiloni.