TRIBUNA

De los que son y no son en las movilizaciones agrarias

Aunque las organizaciones agrarias profesionales convocaron tractoradas y actos reivindicativos, en pocos días, las movilizaciones pasaron a ser convocadas a través de grupos de wasap o facebook y han alcanzado de forma rápida un nivel de confrontación muy alto

Tractores se dirigen a entrar a Mercabarna.

Tractores se dirigen a entrar a Mercabarna. / EP

Fernando Fernández Such

Fernando Fernández Such

Esta mañana escuché que los agricultores riojanos «independientes» y que cortaban estos días las carreteras de la Comunidad Autónoma, habían acordado con las organizaciones agrarias profesionales, que estas les representen y lleven sus demandas al Ministerio. Es una noticia curiosa. Pero si analizamos la trayectoria que están siguiendo las movilizaciones agrarias, diría que esperable. Las primeras movilizaciones en España se convocaron en el mes de enero. Ya se estaban movilizando los agricultores alemanes y franceses. La llama prendió en toda Europa en torno al 25 de enero, fecha en la que se inició formalmente el «Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura Europea». Son muchas las cuestiones a reconducir en el devenir de las políticas europea hacia el agro y que están en la base del descontento. Aunque las organizaciones agrarias profesionales convocaron tractoradas y actos reivindicativos, en pocos días, las movilizaciones pasaron a ser convocadas a través de grupos de wasap o facebook y han alcanzado de forma rápida un nivel de confrontación muy alto. A partir de un determinado, momento, en torno al lunes 5 de febrero, la situación se empezó a desbordar en todos los sentidos llegando al punto álgido este pasado fin de semana con la amenaza de bloqueo a Madrid y de la entrega de los Goya en Valladolid. El clima de las movilizaciones también causó preocupación en las propias organizaciones profesionales. Basta con escuchar a Montse Cortiñas, vicepresidenta de UPA Federal a la que tengo un gran aprecio decir esta semana «Estamos escuchando cosas muy preocupantes, como que hay que irse de la UE. Los agricultores y ganaderos que yo represento estamos bien en la UE. Fuera de la Unión Europea hace mucho frío. Y tampoco somos negacionistas».

Desde los primeros días ha habido muchas voces que advertían de la instrumentalización por parte de la ultraderecha de las movilizaciones agrarias. La realidad es que no hay campo que mejor controle la ultraderecha que el de las emociones, las frustraciones y los miedos. La ultraderecha lleva muchos años tratando de penetrar en el mundo rural y en el sector agrario con una estrategia meditada y nada improvisada. Al mismo tiempo, busca instrumentalizar cada queja o movilización infiltrando agitadores y alimentando las protestas desde plataformas o movimientos poco estructurados. A pesar de que he escrito mucho sobre este asunto, en esta ocasión preferí abstenerme de opinar por tan solo una razón. Por formación política, soy profundamente respetuoso con los procesos de organización y protesta. No quiero de ninguna manera debilitar las demandas legítimas de los agricultores que hay detrás de todo ello. Sin embargo, era evidente lo que estaba sucediendo. Un decálogo de populismo agrario de 12 puntos circula en grupos de wasap y se expande desde un grupo de wasap mayor creado y autoproclamado como «Agrupación Nacional de Agricultores y Ganaderos del Sector Primario 6F». En estos grupos hay personajes como Lola Guzmán o Alvise Pérez, habituales de este tipo de espectáculos. Al mismo tiempo, Vox también está tratando de capitalizar el descontento de los agricultores con estructuras ficticias, como «La plataforma SOS Rural», con vínculos muy estrechos con el partido de Santiago Abascal. De esta plataforma llama a la movilización del sector contra la «Agenda 2030» y las normas ambientales. Todo esto no significa en absoluto, que los miles y miles de agricultores y ganaderos que están saliendo a las carreteras sean votantes de ultraderecha y mucho menos fascistas. Es muy importante tener claro esto último.

Tercer acto

Esta semana hemos entrado en otra fase de la movilización. Las organizaciones agrarias profesionales y las cooperativas agroalimentarias han reaccionado y rearmado su estrategia para continuar con las movilizaciones y canalizar las demandas y la representación de los sectores movilizados. ASAJA lo ha dicho claramente. Las demás lo están haciendo. Ya hay titulares en la prensa que van directamente en esta línea. En un estado democrático, la estructuración de los sectores a través de organizaciones democráticas y representativas es importante. Las organizaciones agrarias profesionales y las cooperativas son las legítimas representantes del sector. No lo olvidemos.

La buena noticia. Intuyo que habrá un antes y un después en los intentos de la ultraderecha por penetrar y hacerse con el control del campo. La jugada les está saliendo mal.