LIMÓN & VINAGRE

Lola Guzmán, lideresa del Plataforma 6F: La deslenguada caudilla del campesinado

La portavoz de la Plataforma 6F, Lola Guzmán, el pasado sábado en Madrid.

La portavoz de la Plataforma 6F, Lola Guzmán, el pasado sábado en Madrid. / Carlos Luján / Europ Press

Pilar Garcés

Pilar Garcés

La protesta de los agricultores de estos días no tiene una voz única, pero sí un grito especialmente estridente. De entre todos los dirigentes que desgranan las dificultades que afronta un sector primario movilizado porque se siente abandonado y con el agua al cuello, ha logrado destacar Lola Guzmán, cabeza visible de la recién creada Plataforma 6F.

Esta valenciana en la cincuentena, boina blanca calada, grandes bufandas y perlas en las orejas, arenga a su público enhebrando tacos, insultos y soflamas de trazo grueso resumibles en «esto es el pueblo contra los gobernantes». «Esto» son las tractoradas y manifestaciones que han colapsado medio país la última semana, pero también reuniones como la del pasado sábado en el estadio Metropolitano del Atlético de Madrid, cuando menos de trescientas personas acordaron una huelga y trataron de cortar la M-40. La carga policial posterior se saldó con algunos heridos, y supuso un grado más en la escalada de improperios que suele emplear la nueva musa del campesinado, esta vez contra las fuerzas del orden: «Si levantáis la porra contra un español, os las vais a ver. Os mató a pocos la ETA, hijos de puta». Puede que los raperos Pablo Hasél y Valtònyc, condenados a penas de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, coincidieran de alguna manera y en algún momento en la idea, pero lo hubieran dicho esforzándose un poco más en la rima.

De manera que la Jefatura de la Policía Nacional de Madrid está preparando una denuncia por un delito de odio contra Lola Guzmán, que enviará a la Fiscalía. Tal vez consciente de la que se le puede venir encima, la exaltada lideresa ha asumido la culpa y relatado a Cuatro que su invectiva fue fruto de la convulsa situación. «Ya pedí disculpas, pero fue un momento de acaloramiento, porque me vi sola, me vi indefensa, me vi en un barranco con brazos rotos, tobillos rotos, cabezas abiertas…». Un sindiós similar al que muestra La Libertad guiando al pueblo de Delacroix, con ella de abanderada de la revolución agropecuaria. Sin embargo, semejante justificación choca con la formación de Guzmán como enfermera, profesión a la que siempre se ha dedicado en un hospital de su comunidad, y que le hubiera permitido prestar primeros auxilios a sus compañeros de 6F contusionados en la lucha en lugar de dedicarse a injuriar a los policías.

Enfermera y sin embargo adalid del campo. Hay quien ya ha tildado a Lola Guzmán, divorciada y madre de una hija, de «falsa agricultora», recordando que además tiene un pasado de militante de Vox. La conexión con el sector primario le viene de familia, que fue ganadera de ovejas y le dejó en herencia una finca de cítricos, así como de su propio negocio de cría de caballos en Asturias.

Sus defensores le alaban el arrojo y destacan la visibilidad que ha dado a un movimiento «independiente», «espontáneo» y «desorganizado», un río revuelto donde unos cuantos pescadores ultras con mucha labia han aprovechado para llenar sus redes.

Populista en estado puro y alérgica a los medios informativos convencionales, la portavoz de la Plataforma 6F se comunica a través de notas de voz en servicios de mensajería instantánea y arengas en las redes sociales, donde pueden encontrarse discursos suyos a lomos de un tractor, bandera preconstitucional en ristre, selfis en las concentraciones ante Ferraz contra la ley de amnistía para los independentistas catalanes que impulsa el Gobierno, una felicitación a Franco por su cumpleaños o alguna fotografía con Santiago Abascal y otros insignes miembros de una formación de la que hoy reniega porque no ha cumplido con sus expectativas.

Combativa contra partidos y sindicatos, lo mismo arrea al feminismo que niega el cambio climático. El rey Felipe VI y su padre Juan Carlos I han sido blanco de sus exabruptos y también es autora de numerosas salidas de tono de tintes homófobos.

A la pregunta de un periodista de elplural.com sobre su pasado antivacunas durante la pandemia respondió: «¡Pilla un cactus sin vaselina y métetelo por el culo! Y otro para Marlaska». Se acepta dicha alusión a una planta como prueba irrefutable de su interés genuino por el futuro del campo, y de paso pulpo como animal de compañía.

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