Gustave Flaubert y Marguerite Yourcenar

Flaubert, escritor, filosófico y humanista, sigue siendo actual, invita a pensar y no debe sorprender que alentase a Yourcenar a conocer, profundizar y a escribir sobre la vida del emperador Adriano

Marguerite Yourcenar.

Marguerite Yourcenar.

Por razones que carecen de interés para el lector, me he visto obligado a estar dos días con menos actividad y a aprovechar la situación, para dedicar tiempo a la lectura y escribir menos. Algunos te preguntan qué porque llevas unos días sin publicar y posiblemente otros, en literatura preferirían que fuese así. Decidí releer algo de Gustave Flaubert (Ruan diciembre 1851-mayo 1880), concretamente su más trascendente novela, Madame Bovary y, alguna de sus cartas publicadas, creo que se conservan cerca de 4.500 escritos. También retorné a Marguerite Yourcenar, la mejor escritora sobre historia antigua que hemos conocido y a su extraordinaria novela sobre la vida del emperador Adriano, Memorias de Adriano, (1951). Me volvió a sorprender Flaubert que, tanto en la novela Madame Bovary como en sus cartas nunca renunció a recurrir a «la palabra justa» para expresar una idea, un pensamiento, - «le mot juste»-, como él decía. ¡Que satisfacción produce que alguien no renuncie a ello! Flaubert, en Madame Bovary, cuenta la vida de Emma y sus amantes, en la Francia del S.XIX, mientras el imperio de Napoleón. Flaubert en una de las cartas que escribió en 1861 a Emma Roguer des Genettes le decía: «Cuando los dioses ya no existían y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio en que solo estuvo el hombre…». Este fragmento de la carta de Flaubert, escritor, filosófico y humanista, sigue siendo actual, invita a pensar y no debe sorprender que alentase a Marguerite Yourcenar a conocer, profundizar y a escribir sobre la vida del emperador Adriano.

Marguerite Yourcenar, ( Marguerite Cleeneweck de Crayencour, Bruselas 1903-Mine 1987), poeta, novelista, llena de erudición, lectora asidua de Virgilio, narra la vida de Adriano, emperador hispano, (Itálica 76- Boecia138) y pone en boca del césar el relato de su vida, cuando se encuentra en los últimos días de su existencia y, ya en el lecho de muerte. Se trata de una de las mejores obras históricas sobre la antigua Roma, describe a un hombre, culto, humanista, enamorado de la cultura griega que la vivía con vocación, pensaba como un griego y escribía como un griego. Fue uno de los llamados cinco emperadores buenos, Trajano, Antonino, Pio, Marco Aurelio. Adriano gobernó para elevar la razón a la categoría de principio, principio que fue rector de su vida y de acción en su reinado. En esta obra se puede encontrar y revivir la Roma tardorrepublicana en la que ya existía cierto desasosiego y preocupación por cómo funcionaba la gestión pública y la administración de la justicia, así como por abusos de los recaudadores de impuestos. Quiso que los valores que inspiraban la «ciudad latina», en aquel momento, intentasen dar respuesta a las inquietudes de la ciudadanía romana. Adriano fue un pacifista, aunque tuvo que defender las fronteras de un vasto imperio, hizo construir el muro de Adriano en el norte de Gran Bretaña para contener a unos britanos escasamente civilizados que se negaban a ser romanizados. Adriano fue un emperador cultivado, procuro el desarrollo de la literatura, la poesía, la arquitectura, llevó a Roma escultores griegos, fue mecenas de las artes. Su vida estuvo marcada por una genuina religiosidad, honró incluso a los dioses extranjeros, quiso convertir Jerusalén en un centro de culto. En los últimos días de su vida escribió un poema que muestra su preocupación sobre la trascendencia del alma: «pequeña alma, blanda, errante, huésped y amiga del cuerpo, ¿dónde morarás ahora, pálida, rígida, desnuda…», (animula, vagula, blandula, hospes comesque corporis…). Marguerite Youcenar revela, en relación a la vida de Adriano, que impresionada por el poema, quiso añadir una reflexión «tratemos, así pues, de entrar en la muerte con los ojos abiertos…» . Lecturas trascendentes.

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