TRIBUNA

Apoyo urgente a UNRWA ante la doble moral

Jon Kobeaga

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio se creó en 1949 para atender a los más de 700.000 refugiados palestinos que fueron desplazados de sus casas y sus tierras ( Nakba - catástrofe ) por el ejército de Israel en 1948 en su declaración como Estado. Desde entonces asiste a más de 5,6 millones de palestinos refugiados en Líbano, Jordania, Siria y de los cuales unos 2,7 millones en Gaza y la Cisjordania ocupadas. La Agencia presta asistencia humanitaria, sanitaria, psicosocial, alimentos, y también desarrollo, educación. 

Desde el inicio de los bombardeos del ejército israelí en la Franja de Gaza en octubre pasado la Agencia ha convertido in extremis las escuelas en refugios para la población gazatí y pese a ello 140 instalaciones han sido bombardeadas por el ejército israelí. 

Hace días la Corte Internacional de Justicia , en respuesta a la demanda de Sudáfrica por genocidio, ordenó a Israel la adopción de unas medidas provisionales , entre otras, que pusiera en marcha «medidas inmediatas para facilitar el reparto de la asistencia humanitaria» Días después el gobierno de Israel denuncia ante la UNRWA la participación de 12 trabajadores de la Agencia en los ataques de la organización Hamás del 7 de octubre. A raíz de esta denuncia Estados Unidos comunica la retirada de la financiación que presta a la Agencia a la que siguen miméticamente otros 16 países, lo que representa en cómputo global una retirada del 60% del presupuesto anual de la Agencia.

La UNRWA tiene 30.000 trabajadores de los cuales 12.000 en Gaza, el 95% de los cuales son palestinos/as . A 12 de ellos se les acusa de pertenecer a Hamás y de haber participado en el ataque del 7 de octubre. En estos últimos meses 180 empleados de la UNRWA han muerto en los ataques del ejército israelí , pero éstos no cuentan en el balance incriminatorio.

Resulta contradictorio, e indignante, que todos los países que han retirado la financiación a la Agencia humanitaria no hayan actuado previamente con la misma determinación y celeridad en cortar la financiación y suministro de armas a Israel pese a las pruebas abrumadoras de que estas armas se están usando para cometer crímenes de guerra y violaciones graves de los derechos humanos. Se potencia y promueve de forma descarada la violencia del colonizador y ahora además se penaliza la ayuda humanitaria al colonizado para mayor barbarie. Ante esta ecuación es lógica la acusación que se hace a los gobiernos occidentales de mantener una doble moral vergonzante. (Estados Unidos financió en el año 2022 a la UNRWA con 343 millones de dólares y con 3.300 millones de dólares a Israel para compra de armas). 

El Estado de Israel y grupos de la derecha llevan años realizando una campaña difamatoria contra la UNRWA. Contrarios a la educación que se imparte en las escuelas a más de 500 mil niños/as y al papel clave que desempeña la Agencia en la protección del derecho de la población palestina a retornar a sus tierras. Según Israel el mismo nombre de «refugiados» para la población palestina apela al derecho al retorno a sus tierras lo cual les motiva a resistir. Ante esta situación y con este nuevo «frente de guerra» abierto por Israel su propuesta es desviar los fondos a agencias «sinceras» es decir a aquellas que se supone defenderán mejor sus intereses y desmantelar por completo la UNRWA. Tal como ha manifestado recientemente el ministro de exteriores de Israel «la UNRWA no será parte del día después en Gaza». La realidad es que ninguna otra organización o un conjunto de ellas tiene la infraestructura de la que UNRWA dispone y no existe recambio en el corto y medio plazo.

«UNRWA es luz, es imprescindible, evita que la población palestina colapse en un barrio miserable» relatan con angustia estos días desde la Agencia. Ante esta crisis de humanidad y de inteligencia cabe apoyar a la UNRWA en estos momentos más que nunca lo cual materializo haciéndome socio de su Delegación en España.