Al Azar

España (y el mundo) es ingobernable

Matías Vallés

Matías Vallés

Le Monde decreta que «España se torna cada vez más ingobernable», todos a temblar. La unidad de medida debe ser la propia Francia, donde las últimas revueltas parisinas tras la muerte de un adolescente en un control se pacificaron porque los traficantes de droga vieron peligrar su negocio, dado el retraimiento de los consumidores y la presencia policial. Los narcos negaron el acceso de los revoltosos a su armamento, en un país ejemplar por tantos motivos y que debe ser el faro a seguir, porque allí Macron no sabe si ha de temer más a los autores de los disturbios o a la policía. Qué gran ejemplo de equilibrio, frente a la política caótica de Pedro Sánchez, que ha traído la maldición de Vox. Por cierto, la candidata favorita de los obreros franceses se llama Marine Le Pen.

Tal vez el cosmopolita Le Monde se refiera a la gobernabilidad de Holanda, donde los mismos narcos de antes matan a periodistas y confinan en sus palacios a la Familia Real. El referente del mundo gobernable debe ser la Italia de la neomussoliniana remozada Giorgia Meloni, o la Alemania devuelta al carbón por los ecologistas y cada vez más complaciente con el nazismo encubierto de su ultraderecha moderada. Sánchez es el peor gobernante ingobernable de la historia del Universo, salvo que se compute el asalto vandálico al Congreso en la ejemplar democracia estadounidense, que tiene a un tal Trump como candidato favorito a la Casa Blanca con datos de hoy mismo. ¿Y cómo acabó el Brasil pujante de Bolsonaro?

Quizás Le Monde se refería a la gobernabilidad reposada de su vecino del Canal de la Mancha, porque el Reino Unido solo amontona cinco primeros ministros durante la última década, por solo dos de la levantisca España. O tal vez la Europa denunciante de la volatilidad transpirenaica defiende a las semidictaduras como Rusia, donde un mercenario se presenta a las puertas de Moscú cargado de tropas y el muy gobernable Putin no puede ni arrestarlo. Hasta el francófilo Feijóo acaba de concluir que, por culpa de Sánchez, España es el país más ingobernable del mundo y de Le Monde. Salvo que se considere a las otras doscientas naciones.

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