De Moll a Pla

Còmplices per la llengua. Cartes 1948 -1979. Francesc de B.Moll - Josep Pla

Còmplices per la llengua. Cartes 1948 -1979. Francesc de B.Moll - Josep Pla

Àlex Volney

Àlex Volney

Josep Pla daba mucha importancia y celebraba su amistad con Joan Fuster y Francesc de Borja Moll. Hacía país en tiempos nada fáciles. La edición a cargo de Josefina Salord: Còmplices per la llengua. Cartes 1948 -1979. Francesc de B.Moll - Josep Pla es la prueba y la reciente novedad de Destino. Salord basa la catalanidad de Pla en el compromiso con la lengua. Por su lado Xavier Pla de la cátedra Josep Pla de la U. de G. sostiene que en tiempos muy difíciles autores como Pla no se vienen abajo y trabajan claramente mirando al futuro.

En este formato la editorial Destino ya viene sacando novedades a razón de una al año cuando menos. En algún momento puede apreciarse el uso del algoritmo comercial para luego llegar a la aportación de rigor como es el caso, en este volumen, de la decisiva implicación de Porcioles en la viabilidad del Diccionari Català-Valencià-Balear. Cuando Juan March ha dejado de subvencionar a Moll, éste junto a Pla consigue dinero del alcalde de Barcelona. Pla tiene un papel bien relevante aunque parece ser que el padre del alcalde franquista ya era amigo de Mosén Alcover que lo describía como uno de esos «colaboradores que tienen poco sueño».

Josep Pla extiende en sus artículos, desde las páginas de la Revista Destino, toda la publicidad que puede del Diccionari. Y no escatima los elogios hacia su amigo Moll. No consta en el libro, describen que fueron de restaurantes en la capital mallorquina, pero también Pla aparecía, nada más llegar, por casa de los Moll y muchas veces se sentó en su mesa acogido como uno más entre esa familia numerosa. La amistad llegó a tal cordialidad que Moll tuvo en cuenta algunas palabras que Pla utilizaba y no estaban registradas en otras obras. La admiración era mutua. Finalmente Josep Porcioles i Colomer subvenciona con 250.000 pesetas el Diccionari Alcover - Moll, pero sin hacer mucho ruido «pues los falangistas acechan». Era 1963. Parece ser que describen a Pla como aquel que se moja por la lengua. Josep Pla, con toda su obra entera, se moja desde el momento que vende decenas de miles de ejemplares a cada obra que edita cuando ningún otro autor es capaz de conseguir lo mismo en catalán.

Còmplices per la llengua. Cartes 1948 -1979. Francesc de B.Moll - Josep Pla

Còmplices per la llengua. Cartes 1948 -1979. Francesc de B.Moll - Josep Pla

Este volumen aparece en un momento político bastante curioso para comparar los contextos de ese ayer: Fuster - Pla - Moll y el momento árido de hoy. Los que manejan la parte comercial son conscientes del numeroso e incondicional grupo de «paplanatas» que adquirimos absolutamente cualquier cosa que aparezca con Pla de protagonista. Así mismo se agradecería que se marcasen a pie de página los errores que comete el autor de Palafrugell que, como todo genio, también los produce y alguna vez son de consideración. Se pueden respetar originales, pero indicando los resbalones cuando procede.

Un emocionado recuerdo a la antigua «Libros Mallorca» adquirida por el Sr. Moll que en estas páginas ajusta su gran conocimiento del «món llibreter». Sus observaciones de cuando deben salir las recensiones en los suplementos culturales son bien oportunas y vigentes.

Chocan las entradas de Pla contra el turismo incipiente y algunas inexactitudes que se arrastran en el libro. Emocionante mención al Sr. Andreu Crespí (también más que amigo de nuestra familia) y resbalón en la página 197 cuando elogian «las mejores habas» de un lugar muy frecuentado por Lluís Martí y donde mucha gente de origen ampurdanés, o de Catalunya en su conjunto, solían frecuentar. Mencionan Can Tomás en la página 197 cuando deberían corregir. Era el conocido establecimiento de Can Tomeu, fonda y hostal, donde pernoctaba Josep Pla o lo frecuentaban jóvenes de la misma procedencia. Hoy es el fantástico McDonalds de la plaça de les Tortugues que como todo en Mallorca ha solapado la Historia. El actual editor, Jordi Cornudella, hará bien de atender algunas relevantes minucias. Así como se dosifican los momentos que dan a luz los papeles inéditos se podría, también, racionalizar el contraste previo de algunos datos o indicar a pie de página las inexactitudes del genial autor de Llofriu. Moll era más prudente y cuando no conocía un tema guardaba silencio. Afortunadamente nuestro grafómano era capaz de escribir bajo el agua. No se lo pierdan.

Suscríbete para seguir leyendo