La Comisión Europea (CE) ha adoptado una hoja de ruta para reanudar los vuelos internacionales este verano, de forma que sea posible recuperar cierta actividad turística, un sector estratégico que representa el 10% del Producto Interior Bruto de la Unión Europea; que es más en el caso de países como España, y mucho más aún en Balears. El mensaje lanzado por la Comisión Europea es esperanzador para las Islas, porque rechaza las cuarentenas sistemáticas para los viajeros procedentes de otros países, como la que acaba de establecer España, y puede animar una temporada que se daba por perdida. La CE sostiene que es necesario ir abriendo fronteras, pero con precauciones, para evitar que la pandemia del coronavirus se descontrole ahora que parece que se está frenando su incidencia.

La cuarentena obligatoria para todos los viajeros procedentes de otros países que ha impuesto el Gobierno español ha supuesto un mazazo para las pocas expectativas que tenía el sector turístico de Mallorca de levantar cabeza a partir de julio, si se restablecían los vuelos internacionales. Esta cuarentena, similar a la que rige en otros países, impide cualquier actividad turística, por mínima que sea.

Es imprescindible levantar cuanto antes esta cuarentena y cerrar acuerdos con los principales países emisores de turistas (Reino Unido, Italia, Alemania, Francia, Países Bajos) con el fin de establecer corredores sanitariamente seguros para poder desplazarse sin riesgos.

La comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, considera que si los Estados de la UE realizan un seguimiento estricto de la epidemia, "sería superfluo aplicar medidas de cuarentena" entre ellos, como las que acaba de imponer España desde el viernes a los viajeros de todos los demás países, de forma generalizada y sin excepciones.

Las recomendaciones de la CE permiten albergar cierta confianza en que este verano no esté defitivamente perdido para iniciar la recuperación de una economía prácticamente paralizada como la mallorquina. Aunque sus indicaciones no son de obligado cumplimiento, es de esperar que sean tenidas en cuenta por los Estados. La CE recomienda el levantamiento paulatino de los controles fronterizos. Asimismo, aconseja hacer un mapa de las zonas menos afectadas por el coronavirus, lo que indudablemente beneficiaría a Balears, donde el impacto ha sido muy bajo. También considera importante que los transportes y servicios turísticos inspiren confianza a los viajeros.

Sin embargo, la Comisión Europea, que destaca la necesidad de mantener la distancia de seguridad entre las personas, no pone restricciones al número de pasajeros en los vuelos, lo que representa un balón de oxígeno para las compañías aéreas, que insisten en que no es rentable que los aviones reduzcan su capacidad por debajo del 72%. No hay que olvidar que la economía mallorquina no solo necesita una oferta suficiente de vuelos nacionales e internacionales, sino que su precio sea asequible para que el mayor número de personas puedan permitirse viajar y costearse unas vacaciones. Si los precios se incrementan por las medidas de seguridad, se reducirá el número de turistas. Sin embargo, hay que insistir en que los vuelos deben ser seguros para la salud de los pasajeros y las tripulaciones, con el fin de evitar rebrotes de la enfermedad. Es un reto difícil: una cuadratura del círculo que deberemos resolver con muchas medidas de higiene.

Para entrar en la fase de la reanudación del tráfico aéreo internacional, también es preciso que Balears tenga la voluntad y la capacidad de localizar y rastrear a las personas contagiadas, y aislar a sus contactos, algo que está por ver si es posible. Es decir, que puedan hacer pruebas y test de forma sistemática a quienes tengan síntomas leves y a su entorno. Será necesario insistir en este aspecto, que es el punto más débil a la hora de iniciar el tímido retorno a la normalidad. El mensaje de la Comisión Europea permite albergar un cierto optimismo.