Este pasado domingo, 31 de marzo, hemos cumplido años. Treinta, y para cualquier entidad sin ánimo de lucro de la sociedad civil de nuestra comunidad es positivo hacer balance. Y ante todo, agradecer a Miguel Rosselló, José Morell, Manuel Marqués, Gregorio Riera, Juan Jaume, Guillermo Genovart, Manuel Fuster, Carlos Blanes, Tomás Morell, Rafael Sierra y Gabriel Cirer que fueron las personas que firmaron el acta constituyente de nuestra entidad. Este 2019 va a ser, entendemos, uno de los años decisivos para nuestro ferrocarril, ya que su necesidad con eje verdaderamente vertebrador de nuestra movilidad ha conseguido alcanzar un protagonismo en el "estado de la cuestión" que, afortunadamente, ya nadie discute.

Y hemos de hablar del ferrocarril como instrumento fundamental de movilidad, de vertebración de la circulación de las personas y, por qué no, de mercancías, ante el real colapso que sufre nuestra red de carreteras indicando claramente que las soluciones pasan por entender que la coexistencia entre los diversos medios de transporte es necesaria pero que debemos priorizar en cada momento, en cada territorio y en función del usuario, el más adecuado, necesario, sostenible y por ello, establecer una cultura del transporte y de los desplazamientos bien diferente de la actual.

La electrificación total de la red ferroviaria actual recientemente conseguida y la ampliación del metro hasta el Parc Bit, no nos ha de impedir olvidar que hay dos grandes proyectos que deben realizarse en breve: la conexión del tren de Llevant hasta cala Rajada y Artà y la conexión de sa Pobla hasta Alcúdia, y la puesta en marcha efectiva del tranvía de Palma y su llegada al aeropuerto. El año 2025, en que se cumplirán los 150 años del ferrocarril en Mallorca, puede ser perfectamente la fecha objetivo de estos proyectos. Hay dinero más que suficiente para ello. De lo invertido en el tren de alta velocidad en la península en los últimos 25 años, dos meses bastarían para avanzar en estos proyectos. Pedimos que no desaparezca de ningún programa electoral el convenio ferroviario y no podemos conformarnos con los diez millones de euros anuales que nos parecen una verdadera limosna. Nuestra empresa pública ferroviaria necesita una mayor dotación de personal de manera inmediata. Asombran a nivel europeo sus prestaciones con la reducida plantilla de la que dispone.

Seguiremos defendiendo nuestro modelo del ferrocarril circular como solución estratégica para que toda Mallorca esté conectada, por lo que desde Manacor el ferrocarril debería aperturar un nuevo ramal hacia Felanitx, para conectar con Campos y Llucmajor y Palma, para así cerrar el circuito con Inca y establecer un sistema de vehículos lanzadera desde cada municipio hasta las poblaciones del "circulo".

Y hemos de hablar del ferrocarril por la importancia patrimonial y cultural que tuvo desde su creación en 1875. El progreso no puede acabar con obras de fábrica como puentes, trincheras y terraplenes que tienen un valor no solo patrimonial sino también de memoria histórica para las poblaciones en las que están ubicados. Y ello exige políticas activas de defensa de este patrimonio y no hemos encontrado estos últimos años un interés de las instituciones sobre estos aspectos. Al contrario, asistimos con ilusión como un proyecto trianual del impuesto sobre el Turismo Sostenible ayudaría a impulsar el Museo incipiente que la Fundació Ferrocaib mantiene en Son Carrió y con perplejidad y sorpresa vimos cómo fue retirado y sustituido por un estudio de su viabilidad en los presupuestos de la conselleria de Territori, Energía i Mobilitat. Tampoco el archivo histórico de los ferrocarriles de Mallorca atraviesa su mejor momento.

Nuestro patrimonio ferroviario sigue estando en peligro. Seguimos sin contar con un inventario exhaustivo y protegido de las ingentes obras de fábrica que se realizaron y ello es una tarea pendiente. La modernidad también es un peligro y debemos explicar que los bienes patrimoniales lo son por sí mismos, y no deben tener elementos adheridos que dificulten o impidan su visión. Por ello, y después de constatar que no se ha preservado ninguna locomotora de vapor, ningún automotor de los que dispuso, es totalmente irrenunciable que al menos una unidad triple de los automotores diésel de la serie 61 de SFM sean preservados en el Museo de Son Carrió en estado de uso. No se pueden repetir errores históricos de este calibre.

Y hemos de hablar del ferrocarril por su elemento lúdico que atrae a la ciudadanía. En el local de la estación de Palma podemos ofrecer a toda la ciudadanía y en especial a la gente joven, unas maquetas modulares con las que dar a conocer a escala reducida, este fascinante hobby del mundo del ferrocarril, sin descuidar escalas mayores como las de cinco pulgadas y que tanta aceptación tiene entre la gente más menuda. Este año presentamos el proyecto de modelismo "Estació de Palma, 1875", que se desarrollará a lo largo de varios años de cara a poder ofrecer a toda la ciudadanía una visión real de lo que fue el primer ferrocarril, mas allá de las murallas de Palma.

Somos una pequeña entidad asociativa que solo se nutre de las cuotas de sus asociados, pero nos sentimos entusiastas por lo que nos define: Somos amigos, compañeros, aliados, ayudantes, divulgadores, pregoneros, propagandistas, etc. del ferrocarril. Y esto nos hace grandes, y vamos creciendo con nuevos socios y también algunos nos van dejando, y para ellos, tenemos un sentido momento de recuerdo este pasado domingo.

Como entidad, hemos tenido que ir adaptándonos al mundo actual, a las nuevas tecnologías, al uso de internet y comunicándonos mediante las redes sociales, pero sin olvidar de dónde venimos, todo lo que defendemos y a quienes debemos lo que hoy somos. Más de 2.230 seguidores en nuestro Facebook, más de mil en Twitter y ya 300 en Instagram hablan de la importancia que está teniendo nuestro mensaje en estas redes.

En esta tarea, de defensa de este triple aspecto del ferrocarril, siempre sin desfallecer, estaremos los Amics del ferrocarril.

* President d'Amics del Ferrocarril de les Illes Balears