En el año 1990 la Organización Mundial de la Salud designó el día 1 de octubre "Día Internacional de las personas de edad" con el objetivo de luchar por los derechos de las personas mayores. Este año, coincidiendo con su 25 aniversario, la jornada lleva por lema "Sostenibilidad e inclusión de la edad en entornos urbanos", dado que -según previsiones de la ONU- seis de cada 10 personas vivirán en ciudades en el 2030, a nivel global.

La realidad es que, 25 años después, la situación permanece, casi, en el mismo punto de partida. El envejecimiento poblacional, el aumento de la expectativa de vida, la crisis económica, así como la falta de recursos sociales, ha convertido a las personas mayores en uno de lo más frágiles y vulnerables de nuestra sociedad.

De igual modo, factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, junto con la hipertensión y la hipercolesterolemia, han provocado un aumento exacerbado de las enfermedades crónicas, responsables del consumo del 80% del gasto sanitario, siendo las personas de edad avanzada el colectivo que más lo padece.

Varios estudios ponen de manifiesto que en Atención Primaria el 40% de las personas con pluripatología presenta 3 o más enfermedades crónicas, el 94% está polimedicado, el 34% es dependiente y el 37% presenta deterioro cognitivo. Además, 6 de cada 10 pacientes necesitan ayuda de un cuidador. Este cuidador normalmente es una mujer mayor, de 65-74 años, que dedica más de tres horas diarias al cuidado de su familiar enfermo. Asimismo, la provisión de los cuidados aumenta exponencialmente con la edad del cuidador, llegando a dedicar casi seis horas diarias si la edad de éste oscila entre los 75-84 años. El lógico pensar, como así lo ponen de manifiesto diversos estudios, que casi la mitad de estos cuidadores (el 40%) presenten signos de sobrecarga.

Por otro lado, se pronostica que de aquí al año 2050 la cantidad de ancianos que no pueden valerse por sí mismos se multiplicará por cuatro en los países en desarrollo. Muchos necesitarán pronto alguna forma de asistencia a medio o largo plazo, asistencia que puede consistir en cuidados comunitarios o domiciliarios, soporte de ayuda para las actividades básicas de la vida diaria, estancias en residencias o en hospitales sociosanitarios de media y larga estancia.

Ante esta situación y perspectivas, el sistema sanitario debe dar respuesta y evolucionar. Debemos caminar hacia un nuevo modelo asistencial capaz de desarrollar estrategias para que los pacientes y sus cuidadores adquieran herramientas de autogestión y autocuidados, estrategias capaces de empoderar al paciente de edad avanzada y a su entorno familiar. Gozar de buena salud o evitar complicaciones de las enfermedades de base es fundamental para que las personas mayores mantengan su independencia y puedan tener un lugar en la vida familiar y en su comunidad.

Debemos caminar hacia un nuevo paradigma más centrado en la promoción salud que en la lucha contra enfermedad, en estrategias para el cuidado y para la prevención. Este nuevo enfoque -el único sostenible a medio plazo- pasa inexorablemente por potenciar los programas, los profesionales y los recursos del cuidado, de la prevención, de la promoción de la salud y de la atención a la cronicidad. Es decir: pasa inexorablemente por las enfermeras.

Las enfermeras somos las profesionales formadas para cuidar, las que tenemos los conocimientos y experiencia en y para ello. Las enfermeras somos quienes intervenimos y lideramos la Educación para la Salud, el Consejo estructurado y los Planes de Cuidados, desde hace 20 años. Por nuestra formación, habilidades, actitudes y perfil competencial, las enfermeras somos los profesionales mejor preparados para liderar este proyecto, tanto a nivel estratégico como a nivel asistencial. Un proyecto que no debe y no puede dejar a nadie atrás La sociedad en que vivimos está cambiando y tenemos la obligación de adelantarnos y de preparar el camino para que todos podamos disfrutar de una vida lo más sana e independiente posible, también de mayores.

(*) Enfermera gestora de casos en el Hospital General y miembro de la Junta de gobierno del Col·legi Oficial d´Infermeria de les Illes Balears.