La música de cine no siempre está bien considerada, debido a que suele ser un refrito, pero en general la música (igual que la literatura) casi siempre es un refrito, y cualquier compositor no deja de ser un mezclista, aunque por falta de control de la química de su propio cerebro ni él mismo lo sepa. John Barry ("Memorias de África"), Hans Zimmer ("Telma y Louise") y John Williams ("Star Wars") han dejado bandas unidas para siempre a nuestra memoria emocional, pero Horner, que acaba de morir en accidente, siempre ha sido alguien muy especial para mí, debido a su autoría de la banda de "El nombre de la rosa". Hay un momento determinado de mi secuencia anímica personal con meses y hasta años entre episodio y episodio en el que necesito meterme un chute de como una decena de notas de su tema principal (no vale otra sustancia), y eso me hace eterno deudor de mi alquimista y camello James Horner.
Más por menos
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