José Ramón Bauzá gusta por igual de personificar y concentrar sobre su figura, tanto la acción de gobierno como el ejercicio de la política. Ha dado sobradas muestras de ello desde que está al frente del Govern. La única variación de tales prácticas está en su intensificación hasta el extremo de convertirlas en peligrosas y contradictorias. Bauzá es hombre abocado a nadar y guardar la ropa, técnica compleja para la que siempre suelen faltar brazos y piernas, sobre todo cuando uno se ve forzado a extender sus brazadas entre los obstáculos de las perspectivas de torres de prospecciones petrolíferas.

El presidente de Canarias, Paulino Rivero, estaba ayer en Mallorca. El motivo formal de la visita era su participación en el Foro Preferente que versaba en torno a la "Pasión por el Turismo". Bauzá, por supuesto, también debía asistir a la convocatoria. Un encuentro entre presidentes de dos archipiélagos resulta siempre atractivo, sobre todo si, pese a la distancia, comparten intereses turísticos y alguna afrenta consistente, como ahora la de las prospecciones petrolíferas que amenazan el futuro inmediato, tanto de Balears como de Canarias.

Sin embargo, Bauzá no se lució ayer como anfitrión ni dejó en buen estado el pabellón de la hospitalidad balear. Sólo coincidió con Paulino Rivero en la comida posterior al foro y cuidó en todo momento de evitar un pronunciamiento conjunto, sobre los sondeos de crudo, con su homólogo canario. Paulino Rivero sí que aprovechó la estancia en Mallorca para elogiar el rechazo que se hace en este archipiélago de las prospecciones petrolíferas. Sin embargo, es muy probable que ayer cambiara de impresión. Por lo menos recogió dudas sobre la táctica y las intenciones que se despliegan desde las instituciones de Balears. No logró un gesto, una palabra y mucho menos una foto conjunta con José Ramón Bauzá que pudiera llegar a molestar a José Manuel Soria „el ministro de Industria canario que, según Rivero, ha "traicionado" a su tierra„ o a Mariano Rajoy. El partido pesa demasiado, más que las torres de sondeo petrolífero. Por eso Bauzá, en los numerosos casos conflictivos que le afectan, siempre habla por boca de otros. En esta oportunidad a través de su portavoz oficial, Núria Riera, que ha llegado a la conclusión de que "la situación de Balears y Canarias no es la misma".

Paulino Rivero ejerce en nombre de Coalición Canaria y José Ramón Bauzá en representación de un PP que no le ampara tanto como el presupone, pero si le instrumentaliza en demasía y en perjuicio de los intereses colectivos de Balears. Hay que interpretar las escenas vividas ayer a partir de esta realidad, para dejar constancia de que se ha perdido una oportunidad excelente de frente común, ante lo cual, las grandes petroleras y el ministerio de Industria se deben frotar las manos.