El restaurante más conocido de la televisión fue esecenario esta semana de un tenso momento. Uno de los comensales, Miguel, sufrió un pequeño contratiempo momentos antes de conocer a su compañero de cena.

El joven repleto de nervios por saber con quién tendría una cita acabó necesitando la ayuda de Carlos Sobera para poder continuar con la velada con normalidad. El malagueño comenzó a definir a su chico ideal cuando Matías le sirvió un mojito. Poco después, Miguel se vio afectado por un ataque de tos del que tardó varios minutos en recuperarse.

"Encima me lo atragantas, Matías', le reprochaba el presentador. "Respira. Dame un vaso de agua", pedía rápidamente el camarero. "¡Matías, hazme el boca a boca o llama a la ambulancia porque me va a dar un infarto!", bromeaba.

Tras superar este pequeño bache, el programa presentado por Carlos Sobera le presentó a Eduardo. Su primera impresión no fue precisamente buena criticando duramente sus cejas con apariencia de gato. Este "defecto" condicionó en gran medida la cita e hizo que en la decisión final ambos decidiesen no tener un segundo encuentro.