'First dates' vuelve una noche más en busca del amor. "Soy como una caja de Pandora, que la abres y nosabes lo que te puede salir de ahí. Tengo cara de niña buena, pero no te puedes fiar", comenzó presentándose Montse. La joven dejó pálidos a los redactores del programa cuando les confesó la enorme variedad de animales que tiene en su casa.

El dating show le presentó a Antonio, un soltero que cuida mucho su imagen. A pesar de ser muy coqueto, el corte de pelo no terminó de convencer a la soltera. De hecho, Montse sacó el tema durante la velada ya que su obsesión con las cosas muy ordenadas le hizo coger manía a la raya del pelo de su compañero de cena.

Durante la cita, Montse y Antonio trataron todo tipo de temas, incluido el sexual. En este último asunto, una nueva brecha se abrió entre ambos, el joven confesó no gustarle hacer cosas extrañas, palabras que no sentaron bien a la soltera: "Tiene pinta de mangalea, y es que le gustan tanto las guapas como las feas. ¡Es que se le nota!", sentenció.

"Tiene una cara de vicioso que no se la puede ni quitar. Él dice que no, que es muy tradicional, pero yo no me lo creo. Le gustan todas, es un vicioso", aseguró la soltera. Fuera de cámaras, las sospechas de Montse se cumplían, Antonio confesó que "el sueño de cualquier hombre es hacer un trío con dos mujeres".

La decisión final, el soltero sí quiso tener una segunda cita. Sin embargo, ella prefería no volver a ver al joven: "Te veo muy paradillo. Parezco una persona muy parada, pero soy una persona más directa. Siento que no me vas a poder dar lo que yo estoy buscando". Este rechazo no sentó muy bien al soltero: "¡Pues tu te lo pierdes!".

El enfado, pese a que parecía ir en broma, era más real de lo que Montse se podía imaginar, y ante esto, decidió contestar al soltero: "Eso espero, perdérmelo". Pese al polémico final de cita, ambos se despidieron de buenas maneras con dos besos.