Socialmente, los erizos comparten junto a las medusas la misma mala reputación entre los usuarios de la playa: si están, difícilmente hay baño tranquilo. Y es que para muchos mallorquines, los erizos de mar son sinónimo de veranos accidentados al picarse con sus púas cuando trepan por las rocas donde estos animales se cobijan.

Tanto los erizos como las medusas son comestibles y pieza de gastronomía de diferentes países del mundo, pero no en la cocina mallorquina, que no tiene entre sus platos a ninguno de estos dos animales, lo que facilita su expansión en el litoral balear. Sin embargo, para muchos extranjeros son símbolo de exclusividad y de exquisitez gastronómica, especialmente los erizos. De hecho, muchos chefs internacionales utilizan las gónadas ubicadas en su interior para elaborar platos considerados como auténticas delicatessen.

Y es que el erizo de mar, tan presente en nuestras costas, es en realidad un gran desconocido. Se trata de un invertebrado que pertenece, al igual que las estrellas de mar, al filo de los equinodermos que se caracterizan por tener espinas. En la actualidad se tiene constancia de más de 800 especies, de las cuales ocho habitan con asiduidad las aguas del Mediterráneo: Centrostephanus longispinus, erizo de púas largas; Arbacia lixula, erizo negro; Sphaerechinus granularis, erizo violáceo; Echinus acutus, erizo de hondura; Paracentrotus lividus, erizo de mar común; Spantagus purpureus, erizo de corazón purpúreo; Echinocardium cordatum y Brisus unicolor.

Según Roman Grädel, jefe de Conservadores de Palma Aquarium, "como se puede observar en los ejemplares que tenemos en el acuario Toca-Toca, los erizos tienen una forma globosa, ligeramente aplanada por abajo y su tamaño es variable, los hay de un centímetro, pero otros pueden llegar a alcanzar los 20 centímetros de diámetro". Respecto a su coloración, añade, "también es variable y algunos pueden llegar a ostentar colores muy vistosos".

La función de las espinas

Al contrario de lo que mucha gente puede pensar, las espinas móviles que cubren su cuerpo, cuyo tamaño cambia según la especie, no sólo tienen como finalidad protegerse del posible ataque de depredadores. Algunas de las espinas más pequeñas, y que se encuentran ubicadas junto a la boca, también son utilizadas para otros menesteres como son la movilidad, que también depende de sus llamados pies ambulacrales, y para la manipulación de alimentos.

Son animales relativamente longevos, explica Roman Grädel, "que pueden llegar a vivir entre cuatro y ocho años, guareciéndose casi siempre en el interior de grupos rocosos".

Su dieta es principalmente herbívora, aunque existe alguna especie carnívora. El aparato digestivo de los erizo empieza en la boca y es conocido como la ´linterna de Aristóteles´ y ejerce las funciones de raspador y masticador. Recibe este nombre ya que fue el filósofo Aristóteles el que describió esta estructura en su libro Historia Animalium, comparándola con una linterna de cuerno, usada antiguamente. La boca se forma por cinco dientes de carbonato cálcico utilizados para alimentarse.

Al alimentarse sobre todo de las algas que recubren el sustrato rocoso, su boca está situada en la parte inferior del cuerpo para mantener el contacto con el fondo, mientras que su ano está ubicado en la parte superior del animal. A este respecto, señala el responsable de Palma Aquarium, "son considerados como animales de mucha importancia a la hora de regular la biomasa de las algas marinas".

Su reproducción

Los erizos de mar son animales de sexos separados pero que, a simple vista, no muestran dimorfismo sexual. Para reproducirse, algo que suele suceder en la primavera o a principios de verano, utilizan la fecundación externa. Los erizos machos y los erizos hembras liberan sus respectivos gametos, que son fecundados en el mar. Durante un tiempo, la larva vive libremente en la columna del agua, hasta que al finalizar la etapa embrionaria desciende al fondo donde se posa y da lugar a un nuevo erizo.

Gracias al interés comercial que este animal suscita en el mundo gastronómico y para evitar su sobreexplotación, muchos son los países como Japón, Chile y España, donde se han empezado a cultivar.

Confiando, no obstante, en que nuestras aguas sigan pobladas de erizos durante mucho tiempo, un último consejo para los incautos que este próximo verano se piquen con alguna de sus púas: introducir la parte dañada en agua caliente con vinagre y sal, y en cuanto se abra el poro intentar extraer la espina con una pinza, teniendo mucho cuidado para que ésta no se rompa y se quede parte de ella en el interior.