OPINIÓN

Mallorca ya no soporta su propio peso

Mallorca ya no soporta su propio peso.

Mallorca ya no soporta su propio peso. / DM

Matías Vallés

Matías Vallés

El Govern ha elegido el momento óptimo para simplificar los trámites burocráticos urbanísticos, hay que agilizar la apertura de establecimientos donde puedan morir con estrépito los trabajadores y clientes. Abajo las engorrosas documentaciones sobre capacidades, solideces y aforos. Se acabaron las inspecciones y la vigilancia, solo cabe instar al ejecutivo balear a que la aprobación ayer mismo de su comunidad sin ley surta efectos retroactivos, para disculpar la última tragedia.

Mallorca ya no soporta su propio peso. El hundimiento es la definición más exacta de la situación actual de la isla, donde toda casa vieja es un establecimiento turístico en potencia. Era previsible que el desplome del Medusa Beach Club, que ni siquiera atendía a su denominación, quedara orlado al día siguiente de falta de solidez y de las ilegalidades presuntas de ordenanza. Es decir, de la responsabilidad política de las autoridades que se congratulan aprobando el top manta urbanístico.

No es el momento del luto hipócrita, ni de suspender las agendas ni de convocar minutos de silencio que aspiran en realidad a silenciar las protestas. El ayuntamiento afectado debería divulgar de inmediato los errores del edificio que mató a cuatro personas. Por decencia, salvo que la sumisión al todopoderoso alcance a sus secuaces.

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