Felipe VI advierte que «la guerra ha vuelto a las puertas de Europa»

El Rey inaugura en Palma la Conferencia de presidentes de Parlamentos de la UE «con enorme preocupación por el agravamiento de los conflictos»

Guillem Porcel

Guillem Porcel

El rey Felipe VI recaló ayer en Palma para inaugurar de forma oficial la Conferencia de presidentes de Parlamentos de la UE, una cumbre que reúne a las máximas autoridades de las cámaras legislativas de los países de la Unión Europea, con un discurso muy centrado en una idea anunciada por otros dirigentes políticos: «La historia nos devuelve la peor de sus caras porque la guerra ha vuelto a las puertas de Europa». Antes de comenzar, el monarca quiso ensalzar las islas como el mejor lugar para afrontar los retos a los que se enfrentan: «Ses Illes Balears, un lugar tan querido, con tanta historia, cultura, belleza y vitalidad para encarar el futuro».

La afirmación, pronunciada con una rotundidad absoluta, se produce la misma semana en que el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri) publica su conocido estudio sobre el gasto militar de los países, en el que constatan que se ha disparado en los últimos años, con un aumento global de casi el siete por ciento en 2023. Una tendencia alcista que no tiene previsión de desaceleración, según remarca el informe.

En este sentido, el Rey incidió en que la invasión de Ucrania «nos exige reflexionar sobre los valores fundacionales de la democracia» y defendió que, si bien no todos los conflictos son europeos, «todos los conflictos interpelan nuestra conciencia como europeos».

Felipe VI observa «con enorme preocupación el agravamiento de los conflictos» en Oriente Medio, la crisis humanitaria y de seguridad, los «riesgos de escalada bélica regional con graves consecuencias globales», el deterioro de la situación social, política y de seguridad en amplias regiones de África especialmente en el Sahel o las crisis migratorias, «tanto en el Mediterráneo como en el continente americano». El monarca consideró que todas estas cuestiones son «un reto para la democracia, pero también para la estabilidad y el desarrollo de amplias regiones del mundo».

El Rey reiteró que Europa «es y debe ser un referente moral» para todo el mundo, además de un actor geopolítico «fuerte, autónomo y abierto a la cooperación internacional», sobre todo en el complejo contexto actual. Todo ello, relató, con una «importante influencia» de España: «Hemos entablado profundos lazos de amistad, de interés mutuo y de compatibilidad con la región iberoamericana a lo largo de nuestra historia, y creo firmemente que, además de ser nuestra obligación continuar explorando esas alianzas, sin duda representa una oportunidad para Europa y para los valores que compartimos con la mayoría de países de esa región».

En este sentido, Felipe VI aludió a la unión de los países como faro para lo venidero: «Europa supo pasar de una historia de guerras a ser hoy el mayor ejemplo de integración regional con la creación de la Unión Europea. Y hoy, de nuevo, la respuesta europea frente a la guerra de Ucrania ha sido un ejemplo de unidad y solidaridad».

Por todo lo anterior, apeló directamente a los dirigentes europeos: «Recordad la historia, aprended de sus lecciones y reivindicadlas para construir un mundo mejor».

Ucrania pide más ayuda

Ruslan Stefanchuk, presidente del parlamento de Ucrania, el principal invitado de esta cumbre tuvo que comparecer a través de videoconferencia desde su país, se mostró «muy agradecido» por el apoyo de la UE en el plano financiero, militar y humanitario: « Europa ha demostrado una unidad que merece ser tomada como un ejemplo, demuestra cada vez más su determinación a la hora de aumentar el apoyo militar a Ucrania y desarrollar su propia producción de tecnologías en materia de defensa».

Pese a los agradecimientos, Stefanchuk advirtió que la guerra de Rusia ha entrado en «una fase peligrosa porque el agresor ha acumulado recursos adicionales para incrementar la presión en el campo de batalla e incrementar sus ataques con misiles», con efectos directos para la Unión Europea: «Dañó seriamente la arquitectura de seguridad europea. La escala de las atrocidades rusas en Ucrania y las ambiciones expansionistas de Moscú no dejan lugar a hacerse ilusiones porque la Rusia de Vladímir Putin supone una amenaza existencial para la Unión Europea. La invasión ilegal a gran escala pone de manifiesto la necesidad de que la capacidad de la UE de responder a las crisis y amenazas externas sea más solida, con el objetivo de poder disuadir la agresión y apoyar la paz mundial».