EN CONTRA

Bernat Fiol: «Cerrar un camino público es robar a cara descubierta»

Bernat Fiol (Binissalem, 1958) preside y es portavoz de Gadma (Grup d’Amics en Defensa del Medi Ambient). Lucha contra el cierre de caminos públicos con la connivencia política y judicial. Ha sido zapatero, jardinero o albañil, «porque me gusta sudar cuando trabajo, me relaja»

Bernat Fiol.

Bernat Fiol. / Guillem Bosch

Matías Vallés

Matías Vallés

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Se encuentra en un camino sin salida?»

Me pregunto cómo es posible que en el siglo XXI no se ampare la voluntad del pueblo de circular por la red de caminos públicos. No quiero entrar en fincas privadas.

¿Ha perdido la fe o la esperanza?

Ni una ni otra, porque sé que los caminos se abrirán un día, por las buenas o por las malas. No quiero que un propietario privado me quite un camino público, para mí es mas importante que un Velázquez.

¿Nunca piensa que se ha equivocado de camino?

Al contrario, ojalá cada pueblo de Mallorca tuviera un grupito que defendiera sus caminos públicos, porque en todos los municipios hay alguno cerrado. Se empezaron a bloquear masivamente en los años ochenta, cuando los herederos volvieron de la costa a refugiarse en la montaña.

¿Cómo puede estar cerrado un camino público durante un solo día?

Porque los ayuntamientos no hacen su trabajo. Tenemos una ley del Consell, también Fodesma hizo un trabajo enorme para conseguir un catálogo de caminos, pero las autoridades municipales no lo ejecutan.

El Consell cataloga, pero no abre caminos.

Para qué sirven, si no defienden a los mallorquines. Los caminos fueron construidos por el pueblo mallorquín con su propias manos, y el Consell no es valiente. Debería obligar a los ayuntamientos, pero peca de amiguismo, favoritismo o nepotismo, no sé cómo llamarlo.

Los jueces tampoco están muy por la labor.

He visto sentencias escritas de antemano, o la prohibición de una manifestación el mismo día. Faltan jueces imparciales que entiendan que cerrar un camino no es una usurpación, es un robo a cara descubierta.

¿Cuántos caminos públicos están cerrados ilegalmente en Mallorca?

Unos doscientos, más otros 160 de primeros pobladores que también son públicos. Eso supone cientos de kilómetros de caminos del pueblo cerrados con un candado.

Su combate necesita ideas creativas.

Pondremos otras barreras delante de las barreras que colocan los propietarios, a ver qué pasa. Tenemos el mismo derecho que ellos.

Ándese con ojo, porque convocan manifestaciones con éxito y luego les condenan a ustedes.

Siempre nos ha pasado lo mismo. Los ricos no se manifiestan porque ya lo tienen todo, nosotros intentamos salvar algo porque quiero dejar a mis hijos el derecho de que puedan pasear por Mallorca. No solo hemos construido los caminos, también los hemos mantenido personalmente durante siglos, hasta 1950.

Lo primero que hace un comprador alemán es cerrar su camino.

El ochenta por ciento de quienes cierran son gente de aquí, las familias rancias y butifarras con todo el morro. Luego están los alemanes que se gastan diez millones en una finca, y que la han comprado un poco engañados, aunque la demarcación está muy clara.

La propiedad privada, ya se sabe.

Por eso no creo en la justicia. Basta ver Ternelles, una auténtica vergüenza con el Ayuntamiento supeditado a la familia March, en un enclave donde yo podía ir de excursión hasta hace treinta años.

¿Cuando se cierra un camino es para siempre?

Con la documentación, siempre será público, pero exige alguien con el coraje de meterse con esta gente. La política y la justicia están emparentadas con los que cierran los caminos.

¿Y qué dicen nuestros amigos progresistas?

He tenido a alcaldes que en la oposición se manifestaban con nosotros, y después han estado ocho años en el poder sin abrir un camino. Le cogen miedo a los poderosos y a sus abogados.

Los propietarios dan la culpa a los excursionistas sucios.

Siempre ha habido desgraciados que hacen desastres, pero solo una inmensa minoría no tiene la cabeza en su sitio. Ningún nativo deja hoy una bolsa de basura abandonada , y tampoco tendríamos que recibir todos por su culpa.

Si el camino es para bicicletas, prefiero que lo cierren.

No me preocupan el ciclismo ni la escalada. Pongo la mano en el fuego por los deportistas, otra cosa son los domingueros.

¿Cuál es el último camino que le han bloqueado?

Fuimos de excursión al Mirador de s’Arxiduc y le habían puesto una reja. Hicimos un agujero y pasamos, porque es público.

¿Se acabará confinando en ghettos a los indígenas?

No será tan drástico, pero la llegada de esta gente nos ha encarecido la vida porque no hemos conseguido ni la situación de Canarias. Hemos perdido paisaje y tierra, Mallorca era el Paraíso y ahora es tierra de subsistencia.

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