El Govern crea un observatorio para que el comercio se adapte al mercado del futuro

El porcentaje de venta en las tiendas de Baleares lleva aumentando durante los últimos tres años

Una herramienta de estudio para que el comercio balear se adapte al futuro

Una herramienta de estudio para que el comercio balear se adapte al futuro / J.F.M.

El Govern ha creado una herramienta para analizar la situación del comercio balear y cuyos datos estadísticos deben servir para afrontar el futuro de este sector empresarial, sobre todo ante la aparición de un nuevo cliente que exige que las tiendas se sumen a los adelantos digitales.

Esta herramienta es un nuevo Observatorio del Comercio, que se trata de un proyecto conjunto que han impulsado las conselleria de Hacienda de Empresa. El observatorio ha sido presentado esta mañana por los directores generales Catalina Barceló y José Antonio Caldés.

Según los responsables de este proyecto, el observatorio va a convertirse en una herramienta que permita realizar un seguimiento de la actividad comercial de las islas. Se realizará un análisis de la actualidad, en el que se valorarán las ventas del comercio, a la vez que se realizará un estudio de la estructura de este sector, con el objetivo de que vaya adaptándose a la realidad del mercado. Los resultados de este estudio estadístico se plasmarán en una página web.

Dentro de los datos que ya se disponen y que analizan el volumen de negocio del comercio, se detalla que las ventas del comercio has ido creciendo de forma escalonada durante los últimos tres años. Por años, en el 2023 las ventas del comercio aumentaron un 2,7%, muy por encima de la media nacional, que se sitúa en el 2.1%. Aunque las cifras son positivas, Baleares no es la comunidad donde más ha aumentado este volumen de ventas en el comercio. Se sitúa en la séptima posición.

Uno de los estudios más importantes que aparece en este observatorio es el dinero del gasto turístico que se ha invertido en los comercios. Así, el año pasado los turistas generaron un gasto de 1861 millones de euros. De esta cantidad, el 9,3% se gastó en los comercios, es decir, más de 180 millones. Este nivel de venta a los turistas, con respecto al año anterior, aumentó un 34,6%. Y es que el año pasado fue la temporada en la que los turistas gastaron más dinero en su visita al archipiélago.

Conocer el futuro

Una de las incertidumbres que más preocupan a los comerciantes es conocer las próximas expectativas económicas. Catalina Barceló explicó que este primer trimestre las expectativas de negocio han sido negativas e incluso son peores que la media nacional.

Sin embargo, esta visión pesimista no coincide con el nivel de ocupación laboral que tiene en estos momentos este sector económico. En estos momentos, según las cifras de filiación, un total de 48.332 personas están trabajando en el sector comercio, lo que supone un aumento del 2,2% con respecto al año anterior. La ocupación ha mejorado sobre todo en Mallorca y en Ibiza.

En el observatorio también se ha realizado una amplia radiografía del tejido empresarial de Baleares. Así, mientras que en el año 2022 había declaradas 10.012 empresas, esta cifra se situó el año siguiente en 9.309. Es decir, el número de empresas bajó un siete por ciento. La mayoría de empresas las representan los trabajadores autónomos o las sociedades que cuentan con uno o dos trabajadores como máximo.

También se ha reducido el número de locales abiertos al público, que ha pasado de los 13.533 a 13.158. Los datos estadísticos reflejan que el sector comercial de Baleares está perdiendo peso en el tejido empresarial. El año pasado representaba un 9.5% en el peso global de la economía, mientras que en el resto del Estado era de un 12,5%. En estos momentos hay un comercio por cada 130 habitantes, una cifra que se sitúa en la media nacional.

Los dos directores generales explicaron que el objetivo de este proyecto, con la creación de este observatorio del comercio, es ayudar a los comerciantes para que puedan competir en un futuro ante el aumento de las ventas por internet y frente a la competencia que representan las grandes superficies. Así, José Antonio Caldés señaló que el comercio tradicional no tendrá más remedio que apostar por un cambio de modelo, modernizando sus propuestas, porque habrá que adaptarse a la figura de un nuevo consumidor. Esta adaptación ya se ha producido en muchas ciudades, que se adaptando ante un nuevo cliente, que busca facilidades para comprar, utilizando para ello las herramientas digitales.

El director general también apoyó a que se simplifiquen los trámites administrativos para que los comerciantes tengan un acceso más fácil a las ayudas europeas.