El máximo responsable de Educación de Javier Milei desciende de mallorquines

El presidente de Argentina pone a Carlos Torrendell, ultradefensor de la enseñanza privada, al frente de una de las áreas más controvertidas

Crlos Torrendell, en una imagen de archivo.

Crlos Torrendell, en una imagen de archivo. / UCC

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

El presidente de Argentina, Javier Milei, ha nombrado máximo responsable de Educación a un descendiente de mallorquines. Carlos Horacio Torrendell es un fino lector de la obra de José Carlos Llop y de Lorenzo de Villalonga. Sus raíces isleñas y su inquietud por la literatura proceden de su tatarabuelo, Joan Torrendell Escalas, quien escribió obras de teatro, fue crítico literario y en un momento de su vida decidió emigrar a Argentina, donde triunfó al fundar la Editorial Tor.

Carlos Torrendell tiene muy presentes sus raíces, tanto que este mismo verano visitaba Mallorca. Quienes le conocen dicen de él que es un «hombre culto, liberal y católico», alguien «entrañable, divertido, muy agudo e irónico». Muy respetado entre los expertos por su «ecuanimidad» y de quien los medios argentinos dicen ser un «rara avis», un fuera de libreto acérrimo defensor de la enseñanza privada. Se refieren a él como un hombre de la fe y a la vez de la ciencia, «muy del consenso, lúcido, serio y pluralista, capaz de debatir con altura cualquier tema, un infrecuente».

A sus 53 años, procede de la educación de gestión privada, de hecho hasta ahora ejercía sus funciones en la Universidad Católica Argentina (UCA), donde se licenció en Ciencias de la Educación.

Según los medios de comunicación del país de la plata, la elección de su nombre como secretario de Educación ha resultado para muchos una buena noticia, aunque destacan, «no sin suspicacias», ya que al parecer hay quien se pregunta por qué un gobierno que llegó haciendo una ferviente defensa de los cheques escolares (un sistema de financiación educativa que consiste en que el Estado entrega a los padres una cantidad de dinero por cada hijo para abonar los gastos del centro que quieran), elige a un crítico de la teoría neoliberal en materia de gestión educativa.

Según los rotativos, con Torrendell «la alicaída educación privada, con colegios que cierran en todo el país, tendrá una nueva vida». Así, se espera que impulse una rejerarquización del rol de las comunidades educativas, que sostienen a las escuelas sin ánimo de lucro. Entienden que intentará revitalizar el protagonismo y la autonomía de estas para definir contenidos y que el rol del Estado será el de «acompañar, fomentar, supervisar, controlar, sin que eso signifique un control social», como él mismo escribiera.

Según explican, Torrendell explica en sus artículos que la escuela privada es pública, pero que se hizo «una mala interpretación de este concepto». Él entiende, dicen, que la escuela es siempre pública, porque «es la sociedad educadora y no el Estado el que ejerce el derecho que garantiza la Constitución, la libertad de enseñar y aprender». Lo que refuerza la idea de que cada escuela tenga una autonomía, dentro de un perfil general de contenidos y que la gente elija libremente. Estos conceptos aparecen explicados en su artículo La educación privada: entre el neoestatismo y la sociedad civil, de 2014.

Educación Sexual Integral

Esta podría ser, según apuntan los expertos, una pista de qué ocurrirá con la Educación sexual Integral, ya que cuentan que Torrendell ya se manifestó en contra de la forma en que se imparte, lo que podría significar, dicen, que se intente derogar la ley nacional o incluso que sin modificar el texto se cambie su interpretación y la forma de impartirla.

El Programa Nacional de Educación Sexual Integral fue creado en Argentina con el propósito de garantizar el derecho a recibir educación sexual integral en todos los centros educativos del país, de gestión estatal y privada, en todos los niveles y modalidades.

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