La confianza de los baleares en la justicia y la monarquía se desploma

Parte de los ciudadanos no se ven representados en los partidos políticos, según un estudio de Gadeso

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Los ciudadanos de Baleares ya no confían en las instituciones. Solo dos organizaciones merecen un aprobado: las ONG y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en quienes los baleares todavía depositan esperanza. Sin embargo, el nivel de confianza en la justicia y la monarquía se ha desplomado, según el último volumen de Quaderns Gadeso, que sitúa a los bancos como la institución en la que menos confían los ciudadanos, por detrás de la Iglesia, las patronales y los sindicatos, por este orden.

El estudio, realizado a partir de 600 entrevistas a ciudadanos de distintos perfiles, investiga las causas de la desafección ciudadana en la actualidad. Los resultados revelan que la desconfianza en la justicia y la monarquía (3,2 y 2,7 respectivamente) es la que más se ha agravado respecto a la última investigación. En el caso de la justicia, los encuestados esgrimen causas como la conflictiva renovación del Consejo General del Poder Judicial o el inmovilismo del Tribunal Constitucional. Respecto a la monarquía, hacen referencia al rey emérito, Juan Carlos I, que ha generado desconfianza sobre el papel de la Corona, o los polémicos episodios protagonizados por los sobrinos de Felipe VI.

Por otro lado, un 63% de los encuestados consideran que la brecha entre representantes y representados es la causa principal de la falta de interés y el distanciamiento de los asuntos públicos en la sociedad. El funcionamiento del sistema basado en partidos políticos (52%) constituye la segunda causa, según los entrevistados.

El estudio explica que la polarización de las fuerzas parlamentarias en dos bloques ideológicos antagónicos y la imposibilidad de llegar a pactos más allá de los que se puedan producir dentro de cada uno de los bloques, provoca la percepción de un cierto bloqueo institucional que solo se puede resolver con pactos controvertidos, y que a la larga provocan que ciertas formaciones minoritarias tengan mucho más eco de lo que les corresponde.

La desafección ciudadana en Baleares, las instituciones democáticas y los partidos políticos pierden credibilidad

La desafección ciudadana en Baleares, las instituciones democáticas y los partidos políticos pierden credibilidad / Fuente: Quaderns Gadeso nº 449 / DdM

De hecho, el 29% asegura que las formaciones no representan a los ciudadanos, el 21% responde que no cumplen sus programas electorales, el 19% cree que solo miran por sus intereses, el 17% lamenta el extremismo que existe en los partidos y el 14% ve que los partidos predican una cosa y hacen la contraria. Esas son algunas causas que argumentan los entrevistados preguntados por la falta de credibilidad de las formaciones, que a su vez es uno de los motivos que explican la desafección ciudadana. Esta falta de interés, consideran los entrevistados, también se manifiesta por culpa de la no renovación de las instituciones (49%), los casos de corrupción (41%), los extremismos (37%) o el aumento de la desigualdad social (34%). Una pequeña parte también responsabiliza a los medios de comunicación (10%).

El estudio de Gadeso también investiga la opinión de la población sobre la organización política del territorio. Los resultados reflejan dos tendencias contrarias: el 22% opta por la recentralización y el 36% por alcanzar más competencias y por el autogobierno, pese a que los partidarios del modelo actual son los más numerosos (42%). Esta tendencia se materializa en todas las islas salvo Menorca, donde los postulados dirigidos a obtener más capacidad de decisión son mayoritarios (51%).

En clave de voto, los afines a PP y Vox son los que se muestran más partidarios de reducir las competencias y la centralización del Estado, mientras que los votantes del PSOE se decantan por mantener el statu quo actual (61%) o por la implementación de un estado federal (31%), siguiendo un modelo como el alemán. Por otro lado, los afines a los partidos regionales se suelen situar a favor de una mayor capacidad de autogobierno, o en el caso del 28% de los votantes de Més per Mallorca, de la secesión.

Respecto a las instituciones autonómicas y locales, las mejor valoradas son los ayuntamientos (salvo en Formentera, que carece de consistorios y de hecho en esta isla recibe mejor consideración el Consell insular). Por votantes, los de centro izquierda, nacionalistas y regionalistas se muestran más satisfechos con las instituciones más cercanas, como los consells o los ayuntamientos, mientras que los de derechas valoran mejor el Parlament.

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