Asi es la urna de la funeraria de Mallorca que convierte las cenizas de un ser querido en un árbol

La empresa Semper Vivens patenta por todo el mundo un recipiente que da vida a una catalpa a través de los restos crematorios de una persona fallecida

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Que las cenizas de una persona fallecida puedan dar vida a un árbol es posible. Es el objetivo de la empresa mallorquina Semper Vivens, fundada por el palmesano Pedro Ramis, que ha patentado en 157 países una urna que se nutre de los restos cremados para germinar catalpas, una especie vegetal con hojas acorazonadas y flores blancas conocida precisamente por su longevidad y belleza.

La urna, en la que deben depositarse las cenizas para que crezca el árbol, es un recipiente de porcelana diseñado por el reputado ceramista Joan Pere Català Roig, también mallorquín, inspirándose en la línea artística Moon Jar. Se entrega en un kit junto a varios utensilios, como un cucharón de oro para manipular las cenizas, un foco o varios recipientes con distintos líquidos que hay que verter. La idea es seguir una serie de pasos para que la semilla germine y empiece a crecer la catalpa.

"La germinación y el desarrollo del árbol está garantizado en un 100%", destaca Ramis, CEO de la compañía, que matiza que la empresa dispone de un servicio de atención que atiende dudas por teléfono, WhatsApp y correo electrónico durante el proceso. "Estamos trabajando en la investigación de nuevas variedades vegetales, como por ejemplo la planta del ave del paraíso", añade el empresario.

La compañía mallorquina, que cuenta con unas instalaciones de casi 2.000 metros cuadrados en el municipio de Consell y un laboratorio propio en Badajoz, trabaja con otra empresa de la isla, Polivas, que se encarga de fabricar algunos componentes del kit y ejerce de consultora en cuestiones de ingeniería.