Vacaciones en Mallorca con la mente en Ucrania: «Son supervivientes»

«Pensamos en nuestro país, pero también es posible ver cosas bonitas»

Foto de grupo de los niños ucranianos en Son Sant Joan antes de regresar a su país.

Foto de grupo de los niños ucranianos en Son Sant Joan antes de regresar a su país. / Enrique Calvo

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

La ONG Per Ells despidió ayer a 24 niños ucranianos que durante dos meses han desconectado de la guerra en su país con familias de acogida de la isla. Los jóvenes, residentes en la zona de Chernóbil, sufren una doble herida: viven en una zona de conflicto por la invasión de Rusia y en su mayoría son huérfanos o pertenecen a familias desestructuradas.

«No son muy conscientes de lo que sucede en su país, son supervivientes. Aprovechan al máximo la felicidad que tienen aquí porque después tienen que volver a su realidad, la de la guerra y la de unas familias con padres alcohólicos y otras circunstancias. En algunos casos no han estado ni en el colegio, ni en el internado, tienen una serie de carencias y se notan. Pero después de dos meses aquí regresan con energía y con las pilas cargadas», explicó Esperança Seguí, presidenta de Per Ells, desde la terminal de salidas del aeropuerto.

La ONG lleva dieciocho años gestionando un programa de vacaciones con familias de acogida de la isla para niños de la zona de Chernóbil y este es el segundo verano que lo hace con una guerra de por medio. «Esta vez los trámites para traerlos aquí fueron más fáciles. Nada que ver con el pasado verano, cuando tuvieron que venir en un autobús desde Ucrania en un viaje que duró cinco días», evocó Seguí.

Como es habitual, los menores se han sometido a diferentes controles médicos y, con el telón de fondo de la guerra en su país, han disfrutado de las actividades que han programado las familias de acogida para ellos. «He ido a Barcelona, a Port Aventura y he jugado con mis amigas de Mallorca. Pero estoy triste porque me he tenido que despedir. Lo que más me gusta es estar con mi familia de aquí», explicó en un mallorquín perfecto Ania Detryk, que ha cumplido su sexto verano en la isla.

Como sus compañeros, esta menor ha disfrutado del verano de la isla, pero sin apartar el pensamiento de Ucrania. «La guerra me preocupa mucho porque mi padre es militar. He podido hablar con él después de muchos días sin hacerlo; está bien, pero a final de mes tendrá que volver [al frente]», afirmó Ania.

Ania Detryk ha viajado a Port Aventura.  | E. CALVO

Ania Detryk ha viajado a Port Aventura. | E. CALVO / jaume bauzà. palma

Acompañaba al grupo Nataliia Tverda, que se ha empleado como monitora durante este verano en Mallorca y como ellos estaba a punto de embarcar rumbo a Ucrania. «Los niños han podido desconectar de la guerra. Los primeros días preguntaban mucho por lo que pasa en nuestro país, pero en general han estado muy felices de pasar las vacaciones en la isla», manifestó esta joven.

Originaria de la región de Kiev, ha sido su primera vez en Mallorca, aunque no en España, donde pasó algunas temporadas con familias de acogida de niña. Tverda ha vivido «una muy buena experiencia» este verano, pero también ha estado pendiente del conflicto. «Tengo familia y amigos en Ucrania y estoy todo el rato preocupada por ellos porque es una guerra. Por mucho que estés aquí de vacaciones siempre piensas en tu país, en tu casa. Pero también es posible desconectar y ver cosas bonitas», destacó.

Esta joven comparte el pesimismo de muchos de sus compatriotas acerca de un conflicto que se está alargando más de lo muchos preveían. «Al principio pensábamos que la guerra acabaría rápido; pero ahora somos realistas y pensamos que durará años», lamentó.

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