Dos agentes de Blanqueo dicen que la cúpula policial «supervisaba y consentía» todas sus actuaciones en el caso Cursach

El inspector García Reguera: "Hacienda tuvo nueve meses parado un informe de Cursach y empecé a pensar que algo no iba bien"

La inspectora Blanca Ruiz cuestiona la incautación de su móvil

El antiguo inspector de Blanqueo, José Luis García Reguera, a la izquierda, a su llegada al juicio junto a su abogado, Álvaro Martín.

El antiguo inspector de Blanqueo, José Luis García Reguera, a la izquierda, a su llegada al juicio junto a su abogado, Álvaro Martín. / B. RAMON

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Dos de los agentes del grupo de Blanqueo de la Policía Nacional acusados por sus investigaciones del caso Cursach han afirmado este lunes en el juicio que sus mandos «supervisaban, conocían y consentían» las investigaciones que llevaban a cabo.

El inspector José Luis García Reguera y la inspectora Blanca Ruiz, ambos suspendidos por este proceso judicial, coincidieron en señalar que los jefes de Brigada -citaron a Antoni Cerdà, Antonio Suárez y José Luis Santafé- estaban al tanto de sus actuaciones y de las detenciones que practicaban, ahora consideradas ilegales por la Fiscalía con peticiones que rondan los 80 años de prisión para ellos. García Reguera dijo ser un «cabeza de turco» y apuntó además que empezó a pensar que «algo no iba bien» cuando descubrió que en Hacienda habían tenido paralizado «nueve meses un informe sobre las actividades del Grupo Cursach». Ambos negaron haber presenciado amenazas o coacciones a testigos y detenidos y la inspectora cuestionó además la incautación de su móvil cuando fue detenida.

García Reguera, que estaba al frente del grupo de Blanqueo, explicó que «todos los días» daban cuenta de sus actividades al jefe de la brigada de Policía Judicial. «Santafé [actual jefe superior de Policía en Balears] estaba enterado durante la investigación. Se le comunicaba cuando iba a haber detenciones con antelación y se le entregaban borradores», afirmó. Respecto un informe sobre el posible fraude fiscal del Grupo Cursach, dijo que fue un encargo del juez Miguel Florit y el fiscal Juan Carrau y que descubrió que en Haciendo estuvieron «nueve meses sin mover un papel» pese a que les habían solicitado colaboración. «Ahí empecé a pensar que algo no iba bien», señaló. Blanqueo asumió entonces la elaboración de este informe y consideró necesario practicar detenciones. «El señor Antonio Suárez fue a consultar y me dijo que había hablado con el jefe superior y que no detuviéramos a nadie», expuso Reguera. El inspector añadió que cuando fue detenido por la supuesta filtración de este informe no reconoció en ningún momento su implicación: «Me di cuenta de que mis jefes habían encontrado un cabeza de turco. Me estaban utilizando. Ese fue el motivo de mi abatimiento», afirmó. «Cuando supe que la investigación la iban a llevar agentes de la Jefatura de Palma, ya vi lo que iba a pasar», agregó. Finalmente, calificó de «normales» las detenciones que se practicaron en el caso ORA.

La inspectora Blanca Ruiz, a las puertas del edificio de sa Gerreria, donde se celebra la vista. | B. RAMON

La inspectora Blanca Ruiz, a las puertas del edificio de sa Gerreria, donde se celebra la vista. | B. RAMON / Marcos Ollés

La inspectora Blanca Ruiz, en el mismo sentido, insistió en que «todas las fases de detenciones han sido bajo la supervisión y total conocimiento y consentimiento de los superiores de la Policía. Si no hubiera si así, nos habrían abierto un expediente. No habrían tolerado ese comportamiento». Sobre su detención en Madrid por esta causa, aseguró que los dos policías llegados de Palma le «ordenaron» que entregara su móvil cuando todavía no estaba su abogado. « Entendí que no tenía opción», detalló. Negó haber filtrado información a periodistas y sostuvo que el trato a los detenidos fue siempre «correctísimo».

Antes, el exfiscal Subirán declaró durante seis horas para defender la legalidad de sus actos.

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