El primer diputado saharaui de la historia, un discurso «en mallorquí» y las cenizas de Podemos y El Pi

Omar Lamin tomó posesión del cargo con una alegría indisimulable, que fue correspondida por el orgullo de su mentora Francina Armengol

Omar Lamin, diputado saharaui del PSIB-PSOE.

Omar Lamin, diputado saharaui del PSIB-PSOE. / B. Ramon

Guillem Porcel

Guillem Porcel

El Parlament balear hizo ayer historia al dar la bienvenida al primer diputado saharaui. Omar Lamin, secretario de Derechos Humanos del PSIB-PSOE, tomó posesión del cargo con una alegría indisimulable, que fue correspondida por el orgullo de su mentora Francina Armengol y opacada por el pacto de PP y Vox. También tendrá un presidente que habla «en mallorquí», no en catalán. La inclusión en su discurso de frases como «ses Illes Balears», «sa Cambra» o «sa taula d’es Parlament» ya permitían intuir su inclinación.

En el momento de tomar posesión del cargo, los diputados de Més per Mallorca optaron por la creatividad reivindicativa bajo el yugo del «imperativo legal» frente a la solemnidad del bipartidismo, que alternaba entre los tradicionales «sí, prometo» y «sí, juro». Lluís Apesteguia lo hizo «sin renunciar al derecho a decidir de nuestro pueblo y a la causa republicana»; Marta Carrió optó «por la justicia social y erradicar la pobreza»; Maria Ramon juró «sin renunciar en la lucha feminista y a la plena normalización del catalán», y Ferran Rosa, «sin renunciar en la lucha contra el cambio climático y los grandes poderes económicos».

Esto suscitó muecas, gestos e ironías por parte de los elegidos de Vox, situados en las poltronas que ocupaba Unidas Podemos antes del 28M, convertidos ahora en ceniza parlamentaria. Las de El Pi, en cambio, fueron ocupadas por el PP. De los morados solo quedaba la menorquina Cristina Gómez, que pidió un referendum para elegir entre monarquía y república. 

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