La I Guía de atención inmediata a las víctimas de violencia sexual en Baleares recoge un protocolo para profesionales

Pacientes aguardando una consulta con el médico en una sala de espera del hospital Son Espases. | B. RAMON

Pacientes aguardando una consulta con el médico en una sala de espera del hospital Son Espases. | B. RAMON / I.Olaizola. Palma

EP

La primera Guía intersectorial de atención inmediata a las víctimas de violencia sexual en Baleares recoge un protocolo para profesionales e instituciones.

Así lo ha indicado en nota de prensa este viernes la Conselleria de Salud y Consumo que, junto a otras instituciones encargadas de la atención a mujeres y otras personas afectadas por violencias machistas, se ha encargado de elaborar el documento. El protocolo que recoge se presentará a los profesionales en junio, antes de que entre en funcionamiento.

El impacto del fenómeno, las normas y dictámenes y la experiencia práctica profesional han hecho evidente la necesidad de trabajar de forma coordinada, intersectorial e interdisciplinaria para ofrecer acompañamiento integral a las víctimas de violencias sexuales y, con ese objetivo, se ha elaborado esta guía profesional e institucional para la atención inmediata, según ha destacado la Conselleria.

Salud ha recordado que Baleares ya cuenta con varios protocolos en este sentido, pero "los avances en las investigaciones en los ámbitos sociales y de la salud requieren de la actualización de los circuitos de atención y acompañamiento a las víctimas, específicamente de las violencias sexuales".

Por ello, el protocolo --que se ha redactado en línea con el Protocolo Común del Sistema Nacional de Salud (SNS) para la Actuación Sanitaria ante la Violencia Sexual-- incorpora varias mejoras, entre las que cabe destacar un enfoque interdisciplinario, intersectorial e institucional que evita centrarse de forma exclusiva en la atención sanitaria.

Además, el documento incorpora las implicaciones de la Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual. Es decir, promueve la cooperación en la valoración de la salud, en la recogida de muestras y en la atención, en un solo acto, entre el equipo de urgencias hospitalarias y el Instituto de Medicina Legal y Forense.

Igualmente, prevé que se realice la recogida de las muestras con independencia de si la víctima decide interponer denuncia y se promueven recursos comunitarios, como los centros de crisis 24 horas.

Por otro lado, el protocolo reduce la victimización secundaria, ya que incluye medidas para evitar duplicidades y reiteraciones que multiplican el malestar de las víctimas, generando consecuencias en la salud, y tiene una mirada de género e interseccional, lo que implica que es sensible a las diferentes dimensiones del fenómeno, así como que se plantea según las normativas y circuitos previstos en las Islas.

Entre las mejoras, la Guía propone también la creación de un registro informático unificado de salud que permita notificar y comunicar los casos, conocer la dimensión y las características del fenómeno, así como analizar la incorporación de mejoras.

Finalmente, integra mejoras en la práctica para accionar la debida diligencia, como la activación inmediata de la cooperación interinstitucional a través de la llamada al 112.