Baleares es la región en la que más ha crecido el número de alumnos universitarios los últimos 20 años

Un informe de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas achaca el 5% de crecimiento del archipiélago a la ampliación de la oferta de estudios y a una población más joven que en otras CCAA

Alumnas universitarias, durante un examen.

Alumnas universitarias, durante un examen. / R.C.

Redacción

 Entre 1998 y 2020 Baleares destaca como la comunidad autónoma que en la que más ha crecido el número de matriculados universitarios, con un incremento del 5%. La Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) destaca el caso balear y el de Murcia (que ha experimentado una subida más tímida, del 1%) como el de "pequeños sistemas universitarios que han retenido mejor a sus potenciales estudiantes, ampliando la oferta de estudios". La juventud de la población también ha beneficiado a las islas en este caso frente a otras regiones de envejecimiento acelerado.

Cabe señalar que en el caso de Baleares, la CRUE ha tenido en cuenta solo los datos de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y no refleja en su trabajo las cifras de centros universitarios como el privado Alberta Giménez o las matrículas hechas por los jóvenes de las islas en centros a distancia como la UNED o la UOC.

Las otras comunidades que han crecido este periodo son  comunidades con una dinámica poblacional no tan regresiva como las de otras regiones y que "constituyen potentes polos de atracción" para cursar estudios universitarios: Madrid (donde los matriculados han subido un 2%) y Cataluña (con una subida del 3%). Estas cifras en positivo contrastan con los acusados descensos registrados en otras autonomías lastradas por el envejecimiento poblacional. Hablamos de Asturias, que ha perdido un 61% de universitarios; La Rioja, Galicia o Castilla y León (las tres con caídas de entre el 44 y el 50%).

La evolución de la población de 20 a 29 años en el conjunto de España y para cada una de las comunidades autónomas desde 1998 hasta 2020 va en acentuado descenso (empezó a caer en 2005) con lo que la población universitaria potencial se ha reducido un 25%, pero en determinados territorios el descenso ha sido mucho más severo: Asturias (-52%), Castilla y León (-44%), Galicia (-46%) o País Vasco (-43%). "Tan solo Baleares han registrado en el periodo considerado una evolución positiva de su población joven", destaca la Conferencia de Rectores.

Así figura en el informe La Universidad Española en Cifras dado a conocer este martes. El trabajo destaca entre otras cosas que pese a que a la población joven ha caído un 25% en España en los últimos 15 años, la población universitaria ha crecido un 6%. Los estudios de Ciencias de la Salud han experimentado una subida muy destacada, con un 172% mas de alumnado, mientras los estudios tecnológicos y las ciencias experimentales (las áreas STEM, muy demandadas por el mercado laboral y señaladas por los expertes como las áreas claves del futuro sistema productivo) han caído en torno al 20%.

Opciones no presenciales y la red privada, al alza

Detrás de ese 6% de crecimiento hay muchos factores y detalles a tener en cuenta, señala el informe. Como que el gran subidón viene propiciado por las enseñanzas no presenciales, que han aumentado un 104% en el periodo analizado, frente al tímido 4% de los estudios presenciales. Además, la CRUE destaca el incremento destacado de las universidades privadas en nuestro país. De hecho, mirando solo los datos de las universidades públicas se constata como entre 1998 y 2020 las matrículas han caído un 10% mientras que las privadas se han disparado hasta un 263%: si en 1998 apenas representaban el 6% de los sistema universitario español, en 2020 su peso ya era del 20%.

La Universidad Española en Cifras recoge la información del curso académico 2019-2020 y ha sido dirigido por José Antonio Pérez García y Juan Hernández Armenteros. Este año la CRUE ofrece un análisis del impacto que tuvo la pandemia en la actividad universitaria y un exhaustivo diagnóstico del Sistema Universitario Español (SUE), apoyado en más de 200 cuadros de datos sobre oferta y demanda, rendimiento de la formación universitaria, empleabilidad y calidad del empleo, calidad de la investigación, contribución a la innovación competitiva del sistema productivo y financiación y gasto universitario.

Entre las principales conclusiones, los autores señalan que, desde la aparición de la anterior crisis económica en 2009, el SUE ha mantenido una secuencia consistente de mejora continua de sus resultados docentes y de I+D+i en condiciones muy difíciles: una acusada reducción de la financiación pública y privada, la precarización de su capital humano y su paulatino envejecimiento, una excesiva regulación de la gestión de sus recursos humanos, de la investigación y de sus condiciones organizativas.