Xavier Mesquida, presidente de Metges del Món: «Seguimos con casos de tuberculosis y ya tuvimos un Alpha Pam»

El presidente de Metges del Món en Balears, Xavier Mesquida, compagina el cargo con su labor como microbiólogo en el hospital comarcal de Manacor, centro en el que también ha lidiado con la coordinación de la pandemia de covid-19. 

Y desde su conocimiento de las enfermedades infecciosas alerta de que negar la asistencia a estos colectivos de personas desfavorecidas que viven en muy precarias condiciones puede salir muy caro. 

«Seguimos viendo casos de tuberculosis en el hospital, esto es real. Y se están dando fundamentalmente entre personas hacinadas en pisos patera. Y ya hubo un Alpha Pam», recuerda advirtiendo que negar la asistencia sanitaria a una persona afecta por esta patología respiratoria muy infecciosa puede desencadenar contagios en cascada.

La parte positiva es que ahora tienen enfrente a una Administración más receptiva a sus demandas. «Tenemos a un interlocutor directo en el Servei de Salut al que dirigirnos en caso de vulneraciones graves de los derechos. Y más pronto o más tarde se solucionan. Esto ocurre con los casos que recurren a nosotros pero, ¿qué pasa con los que no denuncian?», se pregunta el microbiólogo.

Porque la dinámica más común es la siguiente: Una persona se encuentra mal, enferma, y se dirige a un centro sanitario. Allí le presentan un compromiso de pago que ha de firmar o no será atendido. Como carecen de dinero, no firman y se van sin ser curados a su piso patera.

Acreditación en diferido

El presidente del Metges del Món en Balears revela que están manteniendo reuniones al más alto nivel con la conselleria de Salud desde comienzos de este año para cambiar el protocolo de presentar un compromiso de pago a toda persona que no pueda acreditar su condición de beneficiario de la Seguridad Social de este país o de alguno de los socios comunitarios.

Un compromiso de pago que se insta a firmar a los solicitantes de una prestación sanitaria independientemente de cuál sea su situación social y que en la mayoría de los casos se traduce en que la persona, que carece de recursos para hacer frente a ese dispendio, acabe marchándose sin recibirla.

«No sé cómo lo van a hacer finalmente (el cambio del protocolo) pero bastaría con que en ese compromiso de pago figurara una cláusula bien visible en la que se le dé un plazo, no sé, de dos meses, para que acredite en diferido su situación de vulnerabilidad y se le aclare que entonces no se le cobrará nada», sugiere Mesquida.

Concluye el presidente de Metges del Món asegurando que su organización no se opone ni mucho menos a que se facture a los turistas que deberían llegar a Balears con seguro o con tarjeta sanitaria europea pero que hay que saber diferenciar a este colectivo de las personas verdaderamente vulnerables.