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El convenio de hostelería es el más importante de las islas y afecta a unos 140.000 trabajadores.B. Ramon

Duras críticas a la patronal hotelera por su pasividad ante la negociación del nuevo convenio

Empresarios del sector lamentan que no se hayan abierto contactos con los sindicatos para avanzar un posible acuerdo mientras que UGT afirma que «a Frontera este tema no le importa nada»

«Como lleguemos a las próximas elecciones autonómicassin el convenio de hostelería firmado, lo vamos a pagar. Lo sabemos todos así que luego no podremos llorar». La frase corresponde a un hotelero y refleja el temor que comienza a existir en el sector ante lo que se califica de pasividad por parte de los actuales responsables de la federación hotelera de Mallorca a la hora de poner en marcha «negociaciones bajo la mesa» con los sindicatos para avanzar en la búsqueda de un futuro acuerdo y evitar que UGT y CCOO entren en una escalada de reivindicaciones que pueda resultar inasumible. En este sentido, se lamenta la «falta de liderazgo» que en opinión de los consultados existe en este momento en las organizaciones empresariales del sector.

Esa ausencia de contactos previos, cuando falta en torno a un mes para que el convenio que ahora concluye sea denunciado, es confirmada por el sindicato mayoritario en el sector. Según el secretario general de UGT-Servicios, José García Relucio, a la presidenta de la federación hotelera, María Frontera, «no le preocupa lo más mínimo el convenio y su participación en este tema brilla por su ausencia».

Hay voces hoteleras que comienzan a reconocer su alarma ante esta falta de contactos, y recuerdan que presidentes anteriores de la patronal mallorquina, como Inma Benito, Aurelio Vázquez o Marilén Pol, mantuvieron una línea mucho más activa en sus relaciones con los sindicatos, al igual que con el Govern, lo que permitía posteriormente avances en las negociaciones. «Hemos retrocedido a la etapa de Pere Cañellas», lamenta uno de ellos, recordando las tensiones que se vivieron en ese periodo con el Ejecutivo de Francesc Antich.

Según un representante del sector, «a nadie le interesan los follones en un año de elecciones, pero en la federación nadie está trabajando para evitarlos», y en este sentido se cuestiona también que en la agrupación de cadenas hoteleras de las islas no se dé un paso al frente para impulsar los contactos con sindicatos y Govern, al asumir que desde este último se terminará interviniendo si no se avanza para obtener un pacto en torno al convenio colectivo más importante de Baleares, al afectar a unos 140.000 asalariados. En este sentido, se admite que «ni María Frontera es Inma Benito, ni Carolina Quetglas (actual presidenta de cadenas) es Gabriel Llobera».

Incluso se lamenta que no se esté encargando al que históricamente ha sido el asesor de los hoteleros en la negociación de los convenios, Carlos Sedano, que dirija esos contactos con los sindicatos, al considerar que su intervención podría ser clave.

Malestar sindical

Como se ha indicado, el secretario general de UGT-Servicios confirma que la relación con la federación mallorquina está siendo nula, con la excepción de un encuentro mantenido hace meses con la vicepresidenta ejecutiva de esta patronal, María José Aguiló, pero en la que se habló «más de las formas que del fondo» en la negociación del nuevo convenio.

García Relucio no oculta su malestar ante la escasa comunicación que existe con las actuales dirigentes de la federación, y advierte del riesgo de que desde ésta se quiera demorar cualquier posible acuerdo, ya que eso puede provocar que los sindicatos convoquen movilizaciones en Semana Santa, además de un endurecimiento de sus posturas de partida.

La federación alega que está buscando consensos internos

Desde la federación hotelera de Mallorca se asegura que se da al convenio del sector la importancia que merece, pero se señala que en estos momentos se están buscando los consensos internos para afrontar la negociación, dada la diversidad de empresas implicadas. En este sentido, se asegura que existe una voluntad clara de alcanzar acuerdos con los sindicatos, pero se subraya que el convenio debe de ser denunciado en enero y a partir de ahí fijar un calendario de reuniones para poner en marcha las negociaciones con el fin de llegar a un pacto productivo para empresas y trabajadores.

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