La posibilidad de que una crisis en Alemania y el Reino Unido impacte en el inicio de la próxima temporada turística es una de las principales preocupaciones que en estos momentos pesa sobre los empresarios de la restauración balear, según han reconocido este martes los representantes del sector ante la presidenta del Govern, Francina Armengol, aunque también se ha admitido que el balance del pasado verano ha sido muy positivo, lo que permite pronosticar que la campaña navideña también va a ser buena.

Estas declaraciones han sido realizadas por el presidente de la asociación de Restauración-CAEB en Mallorca, Alfonso Robledo, que ha acudido al citado encuentro junto a sus homólogos en las patronales de este sector de Menorca y de Eivissa, José Bosch y Joan Roig respectivamente, y el secretario general de la Federación Empresarial de Restauración de Balears (FERIB), Miguel Planas, organización que este martes se ha presentado ante Armengol. En esta reunión también ha participado el conseller de Turismo, Iago Negueruela.

Robledo ha indicado que otra de las preocupaciones expuestas es la negociación del nuevo convenio colectivo de hostelería prevista para el próximo año, ante el temor a que las demandas salariales que los sindicatos puedan presentar superen la capacidad de los restauradores. En este sentido, el representante del sector en Mallorca ha recordado que hay establecimientos situados en polígonos industriales o en municipios del interior de la isla que no se han beneficiado de la fuerte llegada de turistas que se ha registrado este año y que, por tanto, no han visto incrementada su facturación.

Aumento de los costes

Un aspecto en el que han coincidido los tres presidentes es que durante la temporada turística de este año se ha registrado un volumen de ingresos en el conjunto del sector notablemente alto, pero han destacado también que eso no ha supuesto una rentabilidad igualmente elevada debido al fuerte incremento de los costes.

En este sentido, José Bosch ha indicado que la restauración es un sector al que le cuesta mucho subir sus precios por el trato tan directo que se tiene con sus clientes, lo que hace más difícil compensar el encarecimiento que ha registrado en aspectos como el suministro eléctrico o los productos de alimentación.

Robledo ha añadido que «tras un buen verano siempre viene un buen invierno», de ahí las excelentes expectativas existentes de cara a las comidas de empresa y familiares que se registrarán durante el próximo mes de diciembre, especialmente tras dos años en las que éstas se suspendieron por la pandemia.