El portavoz de El Pi, Josep Melià, y el alcalde de Costitx, Antoni Salas, serán los cabezas de lista de los regionalistas al Parlament y Consell de Mallorca en las elecciones de mayo de 2023. El Consejo General ha dado el visto bueno a las dos candidaturas y, a partir de este momento, ya son oficialmente los jefes de cartel de la formación. La actual líder del partido en el Consell, Xisca Mora, será la número 2 en el Parlament y Magdalena Vives ocupará la misma posición en el Consell.

Melià asegura que "la sociedad mallorquina y balear tienen una oportunidad para depender de un partido centrado y no de los extremismos". Apunta que votar a El Pi es "garantía de moderación y de modernidad”. Por su parte, Mora detalla que "necesitamos un cambio, con responsabilidad y recogiendo el trabajo hecho y pensando en los que vendrán después”.

Asimismo, Salas insiste en que “tengo claro que mi vocación política me hace dar un paso adelante para liderar esta candidatura", mientras que Vives destaca que el Consell necesita "mano de médico y como número dos de la candidatura haré todo el posible para cambiarlo”

Finalmente el presidente del partido, Tolo Gili, manifiesta su satisfacción por las candidaturas porque son "gente de partido, con experiencia y ganas de trabajar". En este sentido, reivindica que en las próximas elecciones serán "claves" para marcar las políticas de los próximos años: "El Pi llevará a cabo el cambio necesario".

La formación se ha hecho con los servicios del que fue gurú de Més per Mallorca, Jaume Garau, el consultor que para muchos en 2015 llevó a los nacionalistas a sacar los mejores resultados de la historia.

Jaume Garau, según pudo saber este periódico, ya ha organizado varias reuniones con los dirigentes y candidatos de El Pi con la finalidad de establecer la estrategia electoral. El objetivo de los regionalistas es conseguir que tras los comicios autonómicos e insulares ser decisivos a la hora de formar Govern por la izquierda o por la derecha. Este será el principal cometido de Garau, estableciendo una táctica que propicie que El Pi iguale resultados con tres diputados y se convierta en el partido bisagra que decida el Govern de Balears en 2023.