Los horizontes de futuro de IB3 parecen esclarecerse a medida que se va acercando la hora de decidir por parte de los grupos políticos del Parlament. La continuidad de Andreu Manresa al frente de la radiotelevisión autonómica parece cada vez más clara, sobre todo después del comunicado de los comités de empresa de cinco subcontratas.
En la declaración conjunta, explican que, ante el inicio del procedimiento parlamentario para la renovación de la dirección de IB3, los comités de empresa de las cinco contratas que aseguran los servicios informativos, servicios técnicos, sistemas y continuidad de la radiotelevisión pública deciden no oponerse a la renovación del actual director general porque el anuncio de la internalización abre «un nuevo escenario de mejora sustancial de las condiciones laborales de más de 300 trabajadores».
Además, detallan que su proprioridad es que este proceso sea un «éxito»: «Si el Parlament considera que Manresa es la persona más adecuada para liderar esta nueva etapa, lo aceptaremos».
Este gesto tiene una gran importancia política porque allana el terreno para la renovación de Manresa, que ha sido muy discutido en los últimos tiempos por parte de trabajadores y comités. El PSIB parece tener encarrilado su nombramiento siempre con el beneplácito de Més per Mallorca y Podemos, muy críticos con el periodista y, si nada cambia, conseguirán su continuidad.
No obstante, los comités de las subcontratas declaran que, desde su punto de vista, la renovación de Manresa debería ir acompaña de ceses en el equipo actual de responsables de los Informativos, que «no pueden seguir en el cargo»: «Con sus acciones y omisiones se han posicionado contra la legítima lucha de la plantilla para conseguir salir de la precariedad. Y haciéndolo han contribuido a la degradación del clima laboral. Para garantizar un mejor entendimiento entre los trabajadores y la dirección de IB3 en esta nueva etapa, creemos que tendrían que ser cesados de sus cargos».
Esta también es una de las exigencias que se han planteado en las negociaciones entre partidos y con los comités de informativos, por lo que será una exigencia hasta el final de todas las partes.
