El Parlament ha iniciado el proceso para sustituir o renovar al director general del IB3, Andreu Manresa, y encontrar relevo al dimitido Jaume Far al frente de la Oficina de Lucha Contra la Corrupción. Los grupos parlamentarios tienen de plazo hasta el día 25 de este mes de febrero para proponer dos nombres y que cuenten con los votos necesarios para sus nombramientos.

Hay que recordar que se necesitan tres quintas partes de la Cámara Autonómica (37 diputados) para designar los dos cargos en primera votación y mayoría absoluta (30 diputados) en segunda. Lo que ocurre es que los partidos del Pacto que dan apoyo al Govern mantienen posturas muy alejadas. En el caso del director de IB3, el PSIB-PSOE es partidario de mantener a Andreu Manresa, que concluyó su mandato a finales del pasado mes de diciembre. Pero Més per Mallorca anunció que quiere una renovación total de la cúpula del ente público.

En el caso de la Oficina Anticorrupción, tampoco hay demasiado consenso, ya que Més y Podemos temen que los socialistas quieran colocar a alguien de su cuerda.

Ayer, tras la junta de Portavoces, el diputado Josep Ferrà reiteró la postura de su partido en el caso de IB3 y aseguró que quieren que se sustituyan los cargos directivos del ente público. «Todavía no hay ninguna reunión programada ni se ha hablado con el resto de socios», apuntó Ferrà. Ello significa que tienen escasos 20 días para ponerse de acuerdo.

Pilar Costa, portavoz del PSIB-PSOE, indicó que «en estos días nos pondremos a trabajar para poder consensuar nombres, que ahora no podemos decir». Costa se mostró confiada en llegar a un acuerdo. En todo caso, si continúa la falta de consenso siempre existe la posibilidad de que Manresa continúe unos meses más en funciones y que la sustituta provisional de Far, la jefa de inspección Belén Méndez, haga lo propio.

En el PSIB consideran que, tras el anuncio de la internalización de los servicios informativos, la presión de los trabajadores disminuya y con ello se pueda certificar la continuidad de Manresa y de todo su equipo cinco años más al frente de IB3. No obstante, los de Més no están por la labor.

En el caso de la Oficina Anticorrupción incluso se antoja más difícil, ya que se debe buscar un alto funcionario con un perfil para investigar casos de corrupción y no es fácil encontrarlo y que, además, quiera asumir el puesto.