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SANIDAD

Cada año se diagnostican en Baleares entre 25 y 30 cánceres infantiles

Las leucemias y los tumores cerebrales son los más habituales y suponen el 50% del total

Un sanitario atiende a un menor con cáncer ingresado en la unidad de oncología infantil

«El cáncer infantil es muy infrecuente, casi se puede decir que es una enfermedad rara ya que los tumores entre la población infantil suponen entre un 1% y un 2% de todos los tumores diagnosticados entre la población», comienza el doctor José Antonio Salinas, pediatra especializado en oncología infantil que además coordina la unidad de oncología infantil del hospital de referencia de esta comunidad.

El experto revela que cada año se diagnostican en torno a 1.100 nuevos casos de cáncer entre la población infantil de todo el país y que entre 25 y 30 son detectados en este archipiélago.

Sobre cuáles son los tumores más frecuentes entre la población menuda, el pediatra revela que son más habituales las leucemias agudas y los tumores cerebrales, neoplasias que suponen alrededor de la mitad de todos los cánceres infantiles diagnosticados.

Preguntado por los porcentajes de supervivencia entre estos pacientes sin patologías previas y con sus sistemas inmunológicos apenas estrenados, el especialista señala que la supervivencia global en el cáncer infantil alcanza al 83% de los casos, porcentaje que incluso se supera en los diagnósticos de leucemia donde sobreviven el 84% de los pacientes. O en los linfomas de Hodgkin donde la supervivencia se eleva hasta el 90%, se congratula el experto atribuyendo estos elevados índices de supervivencia a los nuevos y más eficaces tratamientos anticancerígenos.

Precisamente sobre estos últimos detalla que los niños, como los pacientes adultos, son también tratados con quimio y radioterapia.

«E incluso reciben dosis más altas que las personas con edades más avanzadas. ¿El motivo? Se trata de tumores primitivos, inmaduros, con más multiplicación de las células cancerígenas y que responden mejor a los tratamientos de quimioterapia», solventa la cuestión el doctor Salinas.

No solo curar, sino curar mejor

Este pediatra especializado en oncología se congratula de que ya existan protocolos internacionales que recogen todos los avances para mejorar los tratamientos de los tumores infantiles.

«Nos garantizan que estamos proporcionándoles las mejores terapias porque nuestro objetivo no es solo curar, sino curar mejor, con menos secuelas posteriores que les permitan llevar una vida normal en su edad adulta», se conjura el especialista revelando que se estima uno de cada 500 adultos habrá sobrevivido a un cáncer diagnosticado en su etapa infantil.

Sobre cuáles son las principales secuelas con las que ha de convivir un niño que ha sobrevivido a un cáncer, el doctor Salinas comienza advirtiendo de que estos menores tienen hasta dos veces y media más de probabilidades de desarrollar más problemas de salud.

«Y un 80% de ellos desarrollará posteriormente problemas de salud mental, psicológicos o de adaptación a su entorno escolar», revela el pediatra justificando el por qué de los seguimientos a largo plazo, de hasta diez años, que se mantienen a estos pacientes una vez concluidos los tratamientos. 

«Se realizan precisamente para constatar que el cáncer no vuelve y para atender estas secuelas de tipo psicológico», revela el pediatra oncológico apuntando a que son los agresivos tratamientos los que «afectan a cualquier célula de su cuerpo y a su cerebro en fase de formación».

Ya para concluir el doctor Salinas se ufana de la iniciativa de un pasaporte sanitario europeo para los niños con cáncer que permitirá, en este ámbito comunitario, a las autoridades sanitarias saber qué tratamiento han recibido los menores en caso de que deban tener que intervenir ante un súbito empeoramiento.

Aspanob ofrece casa a unos 25 niños que precisan ser tratados en Mallorca

Aspanob, la Asociación de Padres y Madres de Niños con Cáncer de Baleares, cada año atiende cerca de unos cincuenta nuevos casos de niños y niñas con cáncer en las Illes Balears, de los cuales cerca de la mitad se tiene que desplazar de isla para seguir su tratamiento, teniendo en cuenta que el alta definitiva suele ser a los diez años. 

Es el caso de Tiago, un niño de siete años. «Le operaron de un tumor cerebral, venimos de Formentera», dice Adriana, su madre. Desplazados hasta Mallorca por el tratamiento, han dispuesto de uno de los pisos que ofrece la entidad. «Hemos recibido mucho apoyo, también sentimental. Son una familia, no diría que sea solo una asociación».

Los programas de Aspanob han crecido «porque el número de niños con cáncer crece cada año más; ahora disponemos de cuatro pisos en Palma y uno en Barcelona», dice Cristina Martín, educadora social de la entidad. 

«Es quitarles un peso de encima porque ya tienen suficiente con la noticia de tener un hijo enfermo de cáncer. El hecho de ofrecerles una vivienda gratuita, a media pensión, un lugar donde puedan descansar, que el niño no tenga que estar en el hospital tanto de tiempo, que puedan estar en un espacio abierto y relajado... esto es casi el 70% de una recuperación, porque emocionalmente y psicológicamente es una parte muy importante», explica Martín.

Además del servicio de pisos de acogida, el programa de atención integral que ofrece la asociación y financiado por la conselleria de Asuntos Sociales gracias al IRPF Social incluye atención psicológica, atención social y ayudas económicas, apoyo escolar en casa para los niños y niñas enfermos y sus hermanos, programa de actividades de ocio y tiempo libre o musicoteràpia. Aspanob atiende a través del programa a una media de 225 usuarios directos cada año y a unos 275 beneficiarios indirectos.

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