El número de personas en Baleares que solicitaron en 2021 que se les prohibiera jugar online aumentó un 25,53 % al pasar de 1.179 a 1.480 en un solo año, según los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ).

Se trata del mayor incremento experimentado en España, donde el número de personas que pidió que se les prohibiera jugar online creció un 13,64 % respecto a 2020.

La inscripción en un registro de prohibidos es un derecho de los ciudadanos que, a petición de la persona interesada, impide el acceso a aquellos juegos online o presenciales sobre los que la administración pública competente haya determinado la necesidad de realizar la identificación previa del jugador.

Por comunidades autónomas, es Baleares la que presenta el mayor incremento de autoprohibidos, al pasar de 1.179 a 1.480 en un solo año, lo que implica una subida de un 25,53 %, seguida de Murcia, con un aumento del 22,44 % (de 2.562 a 3.137 personas inscritas); la Comunidad Valenciana, con un 22,21 % (de 3.677 a 4.494); Navarra, con un 20,33 % (de 531 a 639), y Castilla-La Mancha, con un 19,99 % (de 2.791 a 3.349).

En total, 7.640 nuevas personas pidieron el año pasado en España, motu proprio, ser inscritas en el registro de interdicciones del juego online, con lo que la cifra global de las que lo han solicitado alcanzó las 63.646 en 2021, frente a las 56.006 de 2020.

El Ministerio de Consumo trabaja con los Gobiernos autonómicos en la firma de convenios de interconexión con el objetivo de mejorar la coordinación entre registros y, en consecuencia, avanzar en la lucha contra la ludopatía para evitar situaciones como que una persona que esté en el registro de autoprohibidos de una comunidad pueda jugar en otro territorio.