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La víctima de la manada de Gènova: «Cuando me violaron no me resistí por miedo a que me pasara algo peor»

Dos jóvenes acusados de participar en una agresión sexual múltiple a una chica en un descampado de Palma dicen que solo mantuvo relaciones con uno de ellos y que fueron consentidas - Se enfrentan a una pena de 17 años de cárcel cada uno

Los dos jóvenes acusados de la violación múltiple, ayer en el inicio del juicio en la Audiencia de Palma.

«Me dijeron: ponte ahí y bájate los pantalones. Entonces noté que me penetraban varias personas. Fue todo muy rápido, apenas cinco o seis minutos, y no sé si lo grabaron, aunque se reían y llevaban móviles. En ese momento vi mi teléfono, lo cogí y hice como si hablara con mi madre. Eso hizo que pararan. No opuse resistencia porque tenía miedo de que me pasara algo peor». Una joven de 23 años relató ayer la presunta agresión sexual múltiple que sufrió en junio de 2016 en un descampado cercano a la base militar Jaume II, en Palma, a manos de cuatro chicos, durante el juicio que se celebra contra dos de ellos en la Audiencia Provincial. Los procesados, que se enfrentan a sendas penas de diecisiete años de cárcel, negaron la acusación. Ambos coincidieron en su versión de que la joven mantuvo relaciones sexuales consentidas con uno de ellos, mientras que el otro esperaba fuera junto a un amigo que no ha sido identificado.

La víctima, que tenía dieciocho años cuando ocurrieron los hechos, en junio de 2016, relató lo que recordaba de aquella madrugada. Había salido de fiesta con una amiga y en una discoteca del Paseo Marítimo ya había sufrido un incidente con uno de los acusados, que intentó acceder al cuarto de baño cuando ella estaba dentro, aunque se lo impidió.

Cuando ella y su amiga salieron del local, sobre las seis de la mañana, el grupo de chicos se ofreció a llevarlas a casa. «Yo no quería, pero mi amiga subió al coche y no la quise dejar sola», declaró. Añadió que su amiga iba muy borracha y se quedó dormida en cuanto subieron al vehículo, y que los jóvenes empezaron a tocarle los pechos. «Yo les pedí que la dejaran y que nos llevaran a casa, pero me dijeron que primero íbamos a dar una vuelta. En la rotonda de la base militar se metieron en un camino y aparcaron delante del portón de una casa. Empezaron a besar y a tocar a mi amiga y yo les dije que pararan, que era menor. Yo tenía miedo y le envié un mensaje a mi madre con la matrícula del coche. Me dijeron: o tu amiga que está dormida o tú. Entonces hicieron que me pusiera en el asiento de delante y que me bajara los pantalones. Cuando los tenía encima no dije nada, no quería que me pegaran una guantada. En ese momento vi mi móvil en la guantera y fingí que hablaba con mi madre. Entonces pararon y nos llevaron a las dos a casa».

Los dos acusados, que en la actualidad tienen 26 y 28 años, negaron esa acusación. Los dos coincidieron en que habían conocido a las jóvenes esa noche en la discoteca, y se ofrecieron a llevarlas a casa. Manifestaron que ellos no eran cuatro, sino tres. De camino, según relataron, una de las chicas se quedó dormida y la otra aceptó tener sexo con el que iba al volante. «Fuimos a un sitio tranquilo y aparqué, y les pedí a mis dos amigos que salieran del coche», declaró uno de ellos, que añadió que mantuvieron relaciones sexuales consentidas y que no creía que la hubiera penetrado. «Luego llamé a mis amigos, se subieron y las llevamos a casa». 

El otro acusado coincidió con esta versión, de que había estado fuera del coche con un tercer joven hasta que les llamaron. También negaron haber pronunciado la frase «O tu amiga o tú» y haber sometido a tocamientos a la otra chica cuando estaba inconsciente en el coche.

«Yo sabía que estaba en peligro, me siento culpable»

La madre de la víctima mantuvo repetidos contactos telefónicos con su hija esa noche. La joven le hizo varias videollamadas y le envió mensajes de whatsapp. «Yo sabía que estaba en peligro. Me siento culpable por no haber ido a buscarla. Lo podría haber evitado», dijo ayer ante el tribunal.

Según esta mujer, su hija primero le envió unos vídeos en los que estaba siendo acosada por un joven en el cuarto de baño de la discoteca. «Luego le dije que no se fuera con ellos, pero me hizo una videollamada y pude ver que estaba ya en el coche. Cada cinco minutos salía a la calle para ver si llegaban, hasta que apareció el coche y vi que las dejaban tiradas en la acera y pensé: gracias a Dios, porque me temía que las mataran».

Cuando entraron en casa vio que tanto ella como su amiga estaban en mal estado. «Se quedó dormida pero no me dejaba que la tocara y me pedía que no le hiciera daño. Entonces llamé a la Policía y las llevé a las dos al hospital».

La madre de la víctima mantuvo varios contactos telefónicos con ella aquella madrugada

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«Creo que me echaron algo en la copa, porque no bebí más que otras noches y me quedé inconsciente»

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En la sesión de ayer del juicio declaró también la amiga de la víctima, que aclaró que no recordaba mucho de lo que ocurrió aquella madrugada y que no sabía cómo acabaron en el coche de los jóvenes. 

La joven dijo que creía que le podían haber echado alguna sustancia en una copa, porque no bebió más que otras noches y se quedó inconsciente. «Me desperté cuando nos sacaron del coche cerca de la casa de mi amiga, y me di cuenta de que había pasado algo malo».

El juicio contra los dos acusados proseguirá hoy con la declaración de los agentes de Policía que realizaron la investigación y otros testigos.

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