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Nuestro mejor amigo el ‘embat’

Este viento, que se encarga de regular las temperaturas del ardiente verano inyectando aire marítimo hacia el interior de la isla, es tan importante que condicionó la orientación de las pistas de despegue y aterrizaje en el aeropuerto de Palma

El ciclo de brisa visto desde una imagen aérea

El embat es el nombre que recibe la brisa marina en Mallorca. Ese airecillo que nos acaricia la piel en verano y que está detrás de una de las mayores regatas a nivel mundial: la Copa del Rey. Este viento es tan importante que condicionó la orientación de las pistas de despegue y aterrizaje en el aeropuerto de Palma y es tan recurrente que hay conciencia social del fenómeno.

El embat es el viento más afable y benigno que podamos encontrarnos. En primer lugar, porque es el refrigerador natural más potente con el que cuenta Mallorca en verano. El embat se encarga de regular las temperaturas del ardiente verano balear, inyectando aire marítimo hacia el interior de la isla. De hecho, los días más áridos de verano en Palma, aquellos en los que el mercurio sube más allá de los 38ºC, ocurren cuando no hay brisa.

El segundo motivo es que este viento sopla a una velocidad media de 20-25 Km/h y rara vez supera intensidades de 35 Km/h. No levanta grandes olas porque se inicia a unas millas de la costa. Es también un viento extremadamente puntual, se inicia en la costa en torno a las 11-11:30 durante la mayor parte de los días en verano y se retira al final de la tarde hacia las 20:00. Todo esto lo convierte en la delicia de navegantes y demás gente de la mar y si decides ponerte a su merced en el mar o el aire, será siempre tu mejor amigo.

El embat es además sinónimo de buen tiempo (con algunas excepciones como veremos más adelante) porque para iniciarse el cielo debe estar poco nuboso y no debe haber otros vientos generales muy intensos que puedan inhibir la brisa.

¿Cómo se forma?

El mecanismo de generación de la brisa es muy simple. Cuando hace sol, la tierra se calienta a un ritmo más rápido que el mar. Las grandes superficies de agua responden muy lentamente a los cambios de temperatura debido a la elevada capacidad calorífica del agua. Además, el tipo de suelo del interior de Mallorca contribuye al fortalecimiento de la brisa al ser un suelo con poca cobertura arbórea que se calienta fuertemente durante el día. Si además el suelo está seco, como es lógico en verano, se calentará más permitiendo que la brisa se refuerce.

Cuando el aire que hay en contacto con el suelo se calienta tiende a hacerse menos denso y a subir. El ascenso de aire deja tras de sí un vacío (una pequeña borrasca) que genera un flujo de aire procedente de la costa para tratar de ‘rellenar’ ese hueco. Basta una diferencia de 3-6ºC entre el mar y la tierra para que se establezca la brisa.

Se forma entonces un frente de brisa que separa dos masas de aire con diferentes temperaturas: una masa fresca proveniente del mar que penetra tierra adentro y una masa más cálida en el interior. Por la noche la brisa de invierte y sopla de tierra hacia el mar. Esta brisa suele ser más débil y transporta aire frío de tierra a mar por lo que recibe el nombre de terral.

Ingredientes para el ‘embat’

Sin sol no hay embat porque cuando el cielo está cubierto no hay calentamiento terrestre directo. Por ello las brisas ocurren en los días despejados de la época cálida del año (entre abril y octubre) y alcanzan la máxima intensidad a finales de la primavera cuando el mar todavía frío contrasta con el fuerte calentamiento diurno terrestre.

Las brisas requieren que no haya vientos fuertes en Balears como por ejemplo temporales de Mestral o Tramontana asociadas a bajas presiones. Estos vientos pueden llegar a contrarrestar la brisa o dificultarán el calentamiento terrestre necesario. Si van además asociados a bajas presiones, la nubosidad impedirá el calentamiento diurno.

El ‘embat’ tormentoso

El embat sopla en todas las costas de Mallorca aunque tiende a verse favorecido en las bahías especialmente la de Palma, Alcúdia, Pollença y Campos. Las brisas de las diferentes costas confluyen en el interior de Mallorca habitualmente entre Vilafranca, Sant Joan, Lloret, Costitx, Sencelles, Consell y Alaró aunque esta zona de convergencia no es fija sino que puede oscilar más al sur o al norte dependiendo de los vientos generales.

Cuando hay inestabilidad atmosférica, los choques de brisa pueden dar lugar a nubes de tormenta que generan fuertes aguaceros en las zonas anteriormente citadas. Como la brisa es un viento muy húmedo puede aportar mucho combustible a las tormentas en caso de formarse. Hay registros de precipitación de hasta 50 mm o incluso 90 mm en casos excepcionales a causa de estos chubascos.

¿Hay ‘embat’ en las demás islas?

Sí, aunque de menor intensidad, hay embat en Eivissa y un poco en Menorca. Formentera no es lo suficientemente grande para generar su propia brisa.

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