«Esta campaña de ventas navideñas la podemos dar por perdida», se asegura desde las asociaciones de comercio de Mallorca, desde la que se lamenta que el sector se haya visto obligado desde hace días a llenar sus escaparates con anuncios de descuentos, sin esperar a las tradicionales rebajas de enero, y sin que ni siquiera así se esté logrando reactivar el consumo. Según señala el presidente de la patronal Afedeco, Toni Gayà, durante las recientes visitas realizadas con representantes del ayuntamiento de Palma «una empresaria del ramo de la moda nos comentó que había días en los que no conseguía ni una venta pese a estar aplicando ya descuentos, y nos dijo que estaba convencida de que ni poniéndolo todo a 10 euros iba a conseguir reactivar la demanda». La conclusión es que en este momento los isleños están limitando sus compras, fundamentalmente, a los productos de primera necesidad debido al empobrecimiento generado por el coronavirus.

Porque si en algo coinciden las dos patronales isleñas del comercio tradicional, según apunta también el presidente de Pimeco, Antoni Fuster, es que la campaña navideña de este año está teniendo una debilidad sin precedentes, a la vista de los pinchazos de dos fechas emblemáticas, como han sido el Black Friday y el Puente de la Inmaculada, y la falta de dinamismo en relación a otros años durante los días previos a la Nochebuena.

El pequeño comercio no ha esperado a las rebajas de enero para aplicar los descuentos.

Eso explica que, en contra del consejo tradicional de las asociaciones empresariales del ramo, el pequeño comercio se haya lanzado a la aplicación de descuentos cuando las ventas navideñas todavía están en marcha, en un intento por mejorar su liquidez.

El presidente de la asociación de Jaume II, Pedro Mesquida, subraya la precaria situación en la que se encuentra buena parte del comercio tradicional, con una dependencia casi absoluta ya en estas fechas de que la banca no cierre el grifo del crédito, dado que los titulares de las empresas han agotado ya sus reservas. En este sentido, se recuerda que la caída de las ventas no les exime de la obligación de pagar a los proveedores, a sus plantillas, alquileres y resto de gastos.

Según los datos facilitados por estas organizaciones empresariales, el desplome de la actividad en el sector es más que notable, especialmente en la rama de moda y complementos, donde hay establecimientos que aseguran que sus ventas suponen una caída de hasta un 70% respecto a las registradas en la campaña navideña de 2019 y que cierran muchos días sin haber ingresado ni un solo euro. Fuentes de las grandes empresas de distribución no ocultan que las ventas de este ultimo mes no alcanzan los niveles del pasado año, pero limitan ese descenso a una media del 20%.

Bajada en todas las ramas

En cualquier caso, se habla de bajadas en todas las ramas comerciales, con medias en el caso de la moda que se cifran en el entorno del 40%, mientras que en el caso de la juguetería o las nuevas tecnologías se apunta a una reducción más limitada, de un 10%. Respecto a este último tipo de productos, se señala que sus ventas no fueron buenas ni siquiera en el Black Friday, pero se recuerda que durante los meses previos su demanda ya había registrado un repunte derivado del impulso que se ha dado al teletrabajo durante la pandemia.

Incluso en la alimentación se ha detectado un recorte en la facturación debido a que, aunque la cesta de la compra va más cargada al haberse reducido las comidas en restaurantes, los clientes están optando por productos más económicos.

En este contexto, Mesquida, Fuster y Gayà se muestran muy críticos con el papel jugado por la Administración ante la crisis del sector, a la que acusan de fijar ayudas claramente insuficientes, cuando no de perjudicarlo directamente como en el caso del ayuntamiento de Palma por medidas como el encarecimiento de los aparcamientos o el cierre de calles.

Por ello, se admite el temor a que muchos negocios se queden en la cuneta durante los próximos meses, al tener por delante un periodo tan duro como el de febrero y marzo.

El debate sobre los festivos con apertura se recrudece

La actual crisis ha vuelto a reactivar el debate respecto a la elección de los festivos con apertura autorizada, ya que mientras que los grandes califican de «absurdo» que no se haya permitido la actividad durante los domingos 13 y 20 de diciembre para facilitar el consumo, los pequeños insisten en que no vale la pena por los pocos ingresos que se obtienen.