La Fiscalía elevó ayer la pena solicitada para el menorquín acusado de intentar asesinar a su expareja en Ciutadella en enero de 2019. Así, la fiscal pide para el acusado 18 años y siete meses de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa contra la que era su expareja, otro de quebrantamiento de condena -porque la abordó ignorando la orden de alejamiento que pesaba sobre él- e introduce uno de amenazas.

La fiscal aprecia las agravantes de disfraz -por el pasamontañas que el acusado portaba, aunque éste sostuvo que no le cubría el rostro-, una agravante mixta de género y de parentesco y reincidencia en el caso de las amenazas.

El hombre había sido condenado apenas un mes antes de los hechos por amenazar a su expareja, y se le había puesto una orden de alejamiento. En este caso, se solicita además de la pena de cárcel una nueva orden de alejamiento por 20 años, con un radio de un kilómetro, y que se prohíba al acusado la tenencia de armas.

La acusación particular pide además que se prohíba al acusado residir en Ciutadella, y una indemnización de 30.000 euros para la mujer, por las secuelas tanto físicas como psicológicas. Por su parte, la defensa plantea que el hombre sea condenado a siete años de cárcel por un delito de homicidio con atenuantes.