Tras estar ingresada casi 45 días en el hospital universitario Vall d’Hebron, diecisiete de ellos en la UCI Pediátrica, Pilar ha superado su situación crítica y ha recibido el alta. Se trata de la niña, de 12 años de edad y con residencia en Mallorca, que cobró cierta notoriedad al tener que ser trasladada de forma urgente y conectada a una máquina hasta el centro sanitario barcelonés para poder superar una patología coronaria provocada por la covid-19.

Juan Carlos de Carlos, jefe de sección de la UCI Pediátrica de Son Espases, explica que, hasta ahora, el nuevo virus pandémico se manifiesta generalmente en los niños de forma leve. «Algunos niños desarrollan por la infección una respuesta inflamatoria similar a la de los adultos, pero a diferencia de estos, donde la inflamación se produce en los pulmones, en los menores se manifiesta en el corazón, con una afectación del miocardio».

El responsable de la UCI pediátrica de Son Espases revela que, desde el comienzo de la pandemia, han atendido a otros tres niños con esta problemática aparte de a Pilar, aunque todos ellos con una afectación más leve. «Les damos un tratamiento antiinflamatorio con corticoides y suelen responder enseguida a él, en muy pocas horas evolucionan muy bien».

Pero con Pilar las cosas no fueron tan bien, no respondía al tratamiento convencional ni a otros más agresivos que basan su eficacia en una regulación del sistema inmunitario. Por eso decidieron recurrir a la ECMO (Oxigenación por membrana extracorpórea, también conocida por este acrónimo por sus siglas en inglés), que es la técnica que se ha empleado con otros niños del país con esta misma problemática.

«La ECMO saca la sangre del cuerpo, hace de corazón y de pulmón, y la vuelve a introducir. En Son Espases tenemos esta maquinaria, pero la usamos exclusivamente con pacientes adultos porque como apenas tenemos un caso pediátrico al año, si se produce preferimos derivarlo a un centro de referencia con más experiencia», continúa de Carlos.

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Así fue el traslado a Barcelona de la niña.

La gravedad del estado de Pilar obligó a un aparatoso traslado hasta Barcelona con un equipo sanitario desplazado desde la Ciudad Condal y con el apoyo de una aeronave militar, explica el facultativo.

«Generalmente los niños son trasladados ya tomando el tratamiento y con respiración asistida en un avión ambulancia. Pero Pilar no habría aguantado un traslado similar. Ingresó de urgencia el día 13 de septiembre, al día siguiente ya vino el equipo de Barcelona con su ECMO y la estabilizó para, estando aún conectada, trasladarla al día siguiente», detalla los pormenores de una traslado delicado.

Tras permanecer entre seis y siete días enchufada a la máquina, su mejoría permitió volver al tratamiento convencional. «Tras permanecer varios días en la UCI, la menor regresó la semana pasada y estuvo un par de días ingresada en Son Espases. ¡Estaba perfecta!», se congratula el doctor de Carlos.

En esos dos días se constató que la niña, por su larga estancia hospitalaria, padece una debilidad, una atrofia neuromuscular, provocada por todo el proceso asistencial. «Ya le hemos programado toda la rehabilitación que debe seguir, porque tardará entre uno y tres meses en volver a ser la que era, en estar como antes», concluye el coordinador de la UCI pediátrica de Son Espases.