Fuera de peligro tras más de 40 días de calvario. La niña mallorquina de 11 años que el pasado 16 de septiembre fue trasladada de urgencia de Son Espases al hospital de Vall d'Hebron, en Barcelona, ya se encuentra mucho mejor, su estado actual de salud es leve, pero aún permanece ingresada en el centro sanitario catalán, han confirmado a Diario de Mallorca fuentes hospitalarias.

La menor, residente en Palma, fue ingresada en Son Espases al contraer la Covid-19, aunque padecía una patología previa, la enfermedad de Graves Basedow, relacionada con el sistema inmunitario. Una infección cardiaca en el miocardio complicó gravemente su estado de salud, por lo que los médicos aconsejaron su traslado inmediato al hospital barcelonés de Vall d'Hebron para que pudiera ser sometida a una terapia de oxigenación externa denominada ECMO, que se realiza en el hospital de Son Espases con pacientes adultos, pero no con menores.

La pequeña fue embarcada de urgencia en un avión medicalizado del Ejército del Aire que despegó de la base aérea de Son Sant Joan y la trasladó a Barcelona para poder someterse al tratamiento en el hospital de Vall d'Hebron. En el avión viajaron con ella un total de 11 personas, entre médicos del Ejército y de los hospitales de Palma y Barcelona.

La terapia ECMO, que no cura la Covid-19 pero ayuda a estabilizar a los pacientes, se está aplicando en unos pocos hospitales. Se lleva a cabo con una máquina de apoyo respiratorio para pacientes de alta gravedad. Su utilización de forma masiva empezó hace una década. 

Antes de la pandemia se usaba para reparar el daño pulmonar en pacientes con gripe o asma o bien para revertir paradas cardíacas. Por ejemplo, hace unos meses se utilizó para reanimar a una joven perdida en los Pirineos que estuvo seis horas sin latidos en el corazón, con hipotermia.

En la crisis del coronavirus, junto con la ventilación mecánica, se está utilizando esta técnica, muy invasiva, pero que ayuda a ganar tiempo. Con la ECMO se suple artificialmente la función del pulmón extrayendo sangre desde una vena grande, que se pasa por esta máquina que la oxigena, sacándole CO2 e introduciéndola nuevamente al cuerpo. Así se reemplaza la función del pulmón.

La terapia ECMO, permite suplir la función respiratoria o cardiaca temporalmente, cuando el paciente no la puede mantener de manera adecuada. La sangre del paciente se extrae a través de una cánula de gran grosor insertada en una vena, que por la acción de una bomba (que actúa de motor) conduce la sangre del paciente a una membrana de gran superficie que, construida con un material muy especial, permite enfrentar la sangre con oxígeno. Allí se produce el intercambio de gases que los pulmones del paciente no pueden desarrollar normalmente: la sangre se enriquece de oxígeno y se elimina CO2. Por último, se devuelve de nuevo la sangre al paciente gracias a otra cánula. Esta cánula de retorno puede instaurarse en otra vena, para soporte solo respiratorio, o una arteria, para soporte cardiaco.