"No sé de dónde viene esa radicalización" en las decisiones del Gobierno británico. Los empresarios mallorquines no levantan cabeza desde el sábado por la tarde. Primero fue la cuarentena impuesta de nuevo por Boris Johnson para los viajeros que regresen a su país. Y el lunes, cuando se agarraban a un clavo ardiendo ante la posibilidad de arrancar con un corredor turístico, el Reino Unido decidió desaconsejar viajar no solo a España, sino también a sus archipiélagos. Haya o no haya finalmente puente aéreo si los esfuerzos diplomáticos -que han fracasado estrepitosamente- llegan a fructificar, "el puñal ya está clavado", lamenta Jaume Horrach. El vicepresidente segundo de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) se pregunta "cómo se va incentivar la demanda" si el inquilino de Downing Street "puede cambiar de opinión en cualquier momento".

Cancelaciones, aperturas de hoteles que se van a quedar en el aire y cierre de los que dependen del mercado británico. Y lo peor, el temor a que la temporada se acorte aún más o un efecto dominó que lleve a que otros mercados emisores repliquen la imposición de cuarentenas ante los brotes de coronavirusbrotes de coronavirus. Balears sufre en primera persona la adversa situación epidemiológica de otros destinos españoles.

Los hoteleros exigen una "mayor anticipación diplomática" y la mejora de la comunicación sanitaria, interna y externa, para no suscitar alarmismo equívocos que conlleven decisiones radicales", según declaraciones de José Luis Zoreda, presidente del lobby turístico Exceltur.

Para la presidenta de la FEHM, María Frontera, el nuevo giro de Londres "entorpece y agrava la situación que ya veníamos arrastrando" con la cuarentena. Con las cancelaciones de vuelos por parte del mercado británico, se "ha producido una cascada de anulaciones" que repercutirán en las reservas futuras. Por todo ello, la líder hotelera clama porque el Gobierno central trabaje de forma contundente por la vía diplomática para informar de los "datos positivos" sobre la evolución de la pandemia en el archipiélago y del refuerzo en los controles en puertos y aeropuertos "y cualquier otra medida que sea necesaria".

"Totalmente injusta". Así considera Carmen Planas la decisión de Boris Johnson. La presidenta de la CAEB remarca que los turistas británicos "disfrutan del doble de seguridad estando en Mallorca" y el resto del archipiélago que en su propio país.

El clamor de la intensificación de la labor diplomática para revertir una situación que ha dejado herido de muerte al segundo mercado emisor en Balears también lo pide Gabriel Escarrer. El consejero delegado de Meliá reconoce que por parte del Gobierno español "hay un esfuerzo sincero de recomponer la situación" y celebra que se está "escuchando al sector, lo cual representa un gran paso", respecto a las últimas legislaturas con Turismo en manos de los populares. Aun así, pide "un esfuerzo especial de diplomacia y comunicación para transmitir al Reino Unido y al resto de mercados, con mayor intensidad, la realidad de la situación en España".

Escarrer cree que la decisión de Londres es "desproporcionada" y se aferra a los datos epidemiológicos que muestran que las tasas de infección en las principales comunidades turísticas españolas se sitúan "muy por debajo de la del propio Reino Unido" (14,7 por cada 100.000 habitantes, frente a los 8 casos de Balears). Aduce que "tampoco se han documentado casos importados" de España.

A su juicio, la "precipitada" medida" "se ha adoptado por otras razones, probablemente de índole política". Y recuerda el también presidente de Exceltur que "contradice" el criterio de la UE de abrir fronteras entre países y regiones con una situación sanitaria similar. Cree "que no se extenderá" a otros mercados europeos, "más rigurosos y consistentes y un mayor espíritu de reconstrucción y solidaridad". Estocada al Reino Unido.

Destinos como Balears sufrirán las consecuencias económicas, subraya el CEO de Meliá, la cadena con mayor presencia en Palmanova-Magaluf, por lo que avisa de que "es muy posible" que la compañía suspenda aperturas de hoteles en las islas "muy orientados a británicos" o dependientes de la turoperación. Celebra Escarrer que el mercado nacional está siendo clave esta temporada.

Una decisión "devastadora"

La patronal del lujo, Essentially Mallorca, califica de "devastadora" la decisión del Reino Unido y recuerda que el 23% del gasto turístico en la isla en 2019 fue británico.

Desde BlueBay Hotels, compañía centrada en el turismo británico en Mallorca, su CEO, Ramón Hernández, critica la labor diplomática española, confía en que sea posible el corredor y teme que la temporada no se pueda alargar a octubre. Y desde el corazón de Magaluf, Cristoph Gräwert, del Hotel Samos, revela sus expectativas: "Vamos a intentar seguir abiertos y a esperar".